La designación de la directora de personal del Concello de Ourense precipitó las hostilidades internas en el grupo municipal socialista
26 ene 2014 . Actualizado a las 07:20 h.En la guerra sin cuartel que enfrenta a los socialistas ourensanos, con maniobras entre bastidores y actuaciones a la vista, la secretaria de la agrupación local de la capital, Carmen Rodríguez Dacosta, ha recuperado el papel de diana preferida del sector pachista. Siendo como es una persona de absoluta confianza del actual alcalde, Agustín Fernández, como también lo era del anterior, Francisco Rodríguez, ha vuelto a emerger como blanco de este peculiar pimpampum, en el que quizás haya quien desee que sigan cayendo los que están detrás.
En una semana sin junta de gobierno en el Concello de Ourense, dado que el alcalde y el edil de Facenda estaban el jueves en Madrid, por lo que se aplazó, los concejales del sector pachista -Rodríguez Penín, María Devesa, Susana Bayo, Mónica Vázquez y Alfonso Vilachá- solo tuvieron una ocasión para reafirmar su posición. El martes había reunión de grupo y eligieron el desplante. Otro. Se veían entonces, además, rearmados por una decisión que la noche anterior había tomado la ejecutiva provincial, que es su «órgano competente» dentro del PSOE.
El expediente a la secretaria de la agrupación local no es solo un conflicto de competencias interno, de puro partido. Es una pedrada en toda regla al alcalde de Ourense y a su entorno más próximo. Carmen Rodríguez Dacosta es el ariete de la agrupación local en este enfrentamiento fratricida. Con esa decisión se cierra el círculo, pues no es la primera vez que el sector pachista se muestra hostil con su compañera la secretaria de la agrupación local, a quien el exalcalde Rodríguez aupó y promocionó de una forma que disgustó a veteranos como Penín.
El expediente interno
La propuesta de apertura de expediente a Rodríguez Dacosta por la ejecutiva provincial es la guinda a la guerra que se traen los dos bandos del PSOE ourensano y que precisamente con ella como protagonista empezó a tomar forma, más allá de descalificaciones de barra de bar con las que unos y otros se laceran de forma inmisericorde.
Ahora le abren un expediente, por haber convocado una asamblea, pero en esta batalla que libran los mismos protagonistas en distintos escenarios, ya las tres concejalas pachistas que forman parte de la junta de gobierno dejaron claras sus simpatías el pasado 18 de julio. De ese día es el nombramiento de Carmen Rodríguez Dacosta como directora xeral de recursos humanos del Concello. Mónica Vázquez y Susana Bayo ni asistieron a la reunión. María Devesa, casualmente, hizo mutis justo antes de que se votara ese asunto. El grupo socialista mostraba su primera grieta. Con Dacosta como excusa.
El resto de la historia, por reciente, ya es conocida. En el pleno ordinario de diciembre, celebrado el día 13, que era viernes, los cinco concejales pachistas decidieron abandonar un pleno amparados en que no podían votar en contra de la compatibilidad que pedía un funcionario a quien ven como ejemplo de servicio a la administración local.
A partir de ahí se suceden las imágenes a saltos, como al ritmo de las viejas películas de cine mudo: el alcalde retiró las competencias al líder del grupo, Antonio Rodríguez Penín el lunes siguiente; la ejecutiva local abrió expediente a los concejales díscolos, que encontraron amparo en la ejecutiva provincial; los ediles dejaron de asistir a las reuniones de grupo y a las juntas de gobierno.
crónica política la secretaria local del PSOE, diana del sector pachista