El caso Baltar coincide con el adiós de la asociación contra el caciquismo

M. A. OURENSE

OURENSE

La Diputación celebra hoy un pleno extraordinario, solicitado por la oposición, que quiere que el presidente de la Diputación de explicaciones sobre la denuncia contra él

03 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«A AVC morre, desaparece». Así anuncia Xosé Antón Vázquez el fin de la Asociación de Vítimas do Caciquismo, una entidad creada en el año 2010 para canalizar denuncias por corrupción que afectasen a políticos ourensanos. El promotor de la iniciativa ha denunciado en este tiempo diversas irregularidades, especialmente relacionadas con procesos selectivos de personal de la Diputación y de ayuntamientos de distintos colores políticos. Él fue, por ejemplo, quien llevó a la Fiscalía el nombramiento de Carmen Rodríguez Dacosta como directora xeral del Concello de Ourense, una circunstancia que alteró el desarrollo normal de la campaña de las municipales porque acabó provocando la imputación del candidato del PSOE.

Xosé Antón Vázquez -que ahora participa de forma activa en política a través de Ourense en Común, de cuya candidatura a la alcaldía formó parte- ha decidido clausurar la asociación. Era, según dice, una tarea «esgotadora», pero Vázquez cree que «serviu, como di Baltar nunha das gravacións difundidas recentemente, para meterlle o medo no corpo: ?A xente perdeu o medo e denúnciate por calquera cousa?. Está ben, obxectivo acadado, o medo cambiou de bando». Qué mejor momento para anunciar el fin de la AVC que ahora, se pregunta el promotor de la entidad, que se refiere a que, según cree, el baltarismo está «nos seus últimos días polo noxento affaire do presidente herdeiro», dice. Precisamente hoy Baltar se enfrenta a un pleno extraordinario sobre este asunto.