La Invernalia del título es de ficción. Televisiva, para ser exactos y reconocida por los muchos seguidores de la afamada serie Juego de Tronos. En concreto, fue el asentamiento primigenio de la Casa Stark, uno de los linajes sobre los que giraba la exitosa trama audiovisual.
No es por nada, pero me gusta el nombre. Viene bien para designar ese marco espacio/tiempo en el que nuestro deporte se zambulle en diciembre. El fútbol parece más épico bajo la lluvia, la nieve y no digamos el barro. Pero estamos en el siglo XXI. Ya nada es lo que veíamos de niños. Ahora hay estadios cubiertos, hasta con calefacción, oiga -que diría un viejo amigo-, y ese mundo de redes en el que vivimos nos lleva a fijarnos en cuál será el partido cumbre de la Premier en su Boxing Day (26 de diciembre). Por cierto, es un Leicester City - Liverpool.
En la Invernalia deportiva también nacen nuevos alicientes como la renovada Copa del Rey de esta misma semana. Un Bergantiños - Sevilla en Riazor, el Dépor en Illueca o el Celta en los dominios de la Peña Azagresa, mudada a Calahorra para la ocasión. Que si rizamos el rizo incluso tenemos a un Primera el año que viene visitando al Arnoia. Soñar no cuesta nada.
Por estos lares no nos tocará Liga en fechas navideñas y ni siquiera clasificamos a algún equipo para ese torneo real con gancho, pero sí algún partido más de la Copa Diputación. Eche o que hai. El Ourense CF y el Barco cerrarán este fin de semana su año, tras las huellas del Compos, mientras la UD Ourense remonta y el Arenteiro trata de mejorar sus empates. Todo entre la niebla de Invernalia.