En el año 2018, DO rechazó una cuentas muy similares por un informe técnico que ahora es más contundente todavía
09 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.¿Qué diría Gonzalo Pérez Jácome de los presupuestos del Concello de Ourense para el año 2020 si no fuese alcalde y siguiese en la oposición? La referencia más próxima son las cuentas que en mayo del año 2018 propuso el entonces gobierno en minoría del popular Jesús Vázquez. Y no es un mal ejemplo ya que la concejala de Hacienda, Ana María Fernández Morenza, que también lo era en ese año 2018, reconoce abiertamente que ambos presupuestos son muy similares. Pues bien, hace poco más de año y medio Democracia Ourensana rechazó las cuentas y el Jácome opositor esgrimió un informe del interventor que ahora es incluso más contundente.
Para ponernos en situación hay que viajar en el tiempo al día 21 de mayo del año 2018. Por primera vez, el gobierno en minoría del PP llevaba a pleno unos presupuestos vinculados a una cuestión de confianza. Así, si la oposición rechazaba las cuentas, DO, PSOE y Ourense en Común tendrían un mes para ponerse de acuerdo para proponer un candidato alternativo y desalojar a Jesús Vázquez de la alcaldía. Si no lo lograban, este seguiría en el cargo y los presupuestos se aprobarían automáticamente. En este contexto, Jácome tenía por fin a tiro de piedra su gran objetivo de ser alcalde.
Finalmente no pasó ni una cosa ni la otra porque Vázquez esperó al último momento para tramitar este procedimiento y el pleno de aquel 21 de mayo del 2018 fue convocado por la vía de urgencia ya que las cuestiones de confianza no se pueden plantear cuando queda menos de un año para la celebración de las elecciones. Esa urgencia debía ser ratificada por mayoría, pero toda la oposición bloqueó el debate. La ciudad se quedaba, por lo tanto, sin presupuestos y sin cambios en la alcaldía.
¿Como lo justificó Jácome? Esgrimiendo el informe que en aquel entonces había elaborado el interventor municipal. El líder de la oposición reconoció que lo que más le convendría sería la cuestión de confianza porque podría convertirse en alcalde y, en caso contrario, PSOE y Ourense en Común quedarían retratados por no apoyarle y permitir que Vázquez siguiese en el cargo. Pero, si fuese así, «se aprobarían unos presupuestos que son ilegales según el interventor». Si se aprobase un documento como ese, los grupos de la oposición lo llevarían al juzgado «mañana mismo», añadió aquel 21 de mayo del 2018 en el salón de plenos mientras agitaba el informe de Intervención.
En esas condiciones, no quiso arriesgarse «Yo, Gonzalo Jácome y mi partido, Democracia Ourensana, no estamos dispuestos a poner a Ourense en peligro a cambio de tener una opción de ser alcalde. Me tendré que sacrificar para que estos presupuestos no salgan adelante». Pues bien, finalmente Jácome logró llegar a la alcaldía gracias a una coalición con el PP y la elaboración de los presupuestos sigue siendo responsabilidad de los populares, concretamente de la misma persona, Ana Morenza.
En aquel año 2018 ella argumentaba que el informe del interventor «en ningún momento sinala causa algunha de anulabilidade ou impugnación do documento», algo que sí concluye ese mismo funcionario sobre los presupuestos del 2020. Efectivamente la conclusión del técnico hace dos años fue «de desconformidade pola existencia de erros detectados en determinados estados que o conforman [...], así como por infrinxir diversas e variadas normas de obrigado cumprimento». Ahora, sin embargo, va más allá y alerta de que las cuentas podrían ser anuladas. Informa, textualmente, de una «concorrencia de vicios que poderían determinar a súa propia anulabilidade [...] así como por infrinxir diversas normas de obrigado cumprimento».
El portavoz de Democracia Ourensana y de la Junta de Gobierno Local, Miguel Caride, restó importancia a los reparos del interventor. «O máis importante é que o orzamento sexa equilibrado. [...] Todo o demais son cuestións técnicas, de opinión». Según dijo Morenza en una reciente entrevista en La Voz de Galicia, el alcalde no se inmiscuye en sus responsabilidades. «Igual que Jácome no se mete en mis áreas, yo no me meto en las suyas», decía la concejala de Hacienda.