Ya comenté en otras ocasiones que no solo oigo música que me guste, también exploro historias que me parecen interesantes. Y quizás no sea mucha gente la que conoce a Alice Cooper, ni la que sabe que en realidad es un roquero setentón (Vincent Damon Furnier), de esos que se resisten a cantar su última canción.
Para algunos es un friki, pero su recorrido vital y artístico tiene miga. Hasta estrenará este año un nuevo disco, Detroit Stories. Y va el tío y lo abre con una versión del Rock and Roll de la Velvet Underground, cuyo original grabó el mismísimo Lou Reed en la hoy arruinada Motor City.
El viejo Alice, sopladas ya las velas de sus 73, también miró a los ojos al virus que nos tiene en jaque. Y lanzó un mensaje directo en forma de canción, en plena pandemia, Don’t Give Up. En su resumen, queda claro el mensaje: «Es una canción sobre lo que todos estamos pasando y sobre mantener la cabeza alta y luchar juntos. Y hagas lo que hagas, no te rindas».
No lo hacemos, seguimos trabajando, peleando, resistiéndonos a doblar la rodilla, como Alice Cooper. Y que conste que no le llamo rendirse a lo que hicieron, con total responsabilidad, los equipos de la Primera Galicia, aparcando el fútbol de momento. Simplemente valoraron que sus ganancias no compensan el riesgo para la salud de jugadores que no viven de eso, ni de familiares y vecinos. Sin ir más lejos, la Tercera División es un entramado mucho mayor a nivel económico y, también en su caso, mantienen mientras juegan el compromiso máximo. Por eso las incidencias son mínimas. Ahora le toca a la Preferente. Orejas tiesas, pero que nadie se rinda.