Aventuras

Luis Manuel Rodríguez González
Luis M. Rodríguez A BOTE PRONTO

OURENSE

19 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El señor y la señora Dursley, que vivían en el número 4 de Privet Drive, estaban orgullosos de decir que eran muy normales, afortunadamente.

No, no se me fue la pinza y, de hecho, habrá quien haya reconocido las primeras frases de una de las novelas más vendidas de la historia. En concreto, la primera de las singulares aventuras del mago Harry Potter y de su familia muggle. Vaya, todo muy cotidiano, pero nada más que el inicio de una épica singladura, que incluso nos ofrece un mundo en varias dimensiones.

Es curioso, le llamábamos hace nada ciencia ficción, un género en el que -por ejemplo-, nos cabía una pandemia mundial. Hemos escrito ya demasiado de coronavirus, de mascarillas, geles, vacunas, restricciones. Seguimos peleando, no nos queda otra, pero en nuestra vida sigue siendo poco asumible no podernos tomar un café, ni siquiera hablando de mesa a mesa con un vecino que nos cruzamos varias veces al día.

Igual es duro considerar la práctica deportiva como un riesgo para la salud. Y eso que ya sabíamos que, por mucho que nos cuidáramos, el virus podría entrar en cualquier entrenamiento. Es una aventura real, diaria, ante la que no podemos bajar la guardia. También la de esperar soluciones acertadas de quienes deben decidir, por mucho que comprendamos que no es nada fácil. En el mundo del deporte, como en otras facetas vitales, la experiencia siempre fue un grado. Es, en suma, la aventura de vivir. La aventura de adaptarse a circunstancias inesperadas, que nos obligan a sacar a relucir lo mejor de nosotros. Y eso que empezamos en una casa en la que todo era muy normal.