El actual secretario provincial pone en valor los resultados electorales del partido y el alcalde de O Barco niega que estos fueran los mejores de la historia
15 ene 2022 . Actualizado a las 16:12 h.Los más de 1.500 militantes socialistas de Ourense están llamados el próximo día 23 a elegir entre dos candidatos a la secretaría provincial del partido. Se presentan Rafael Rodríguez Villarino, que lleva en ese cargo desde el año 2017, y Alfredo García Rodríguez, uno de los alcaldes más veteranos de la provincia. Ambos explican para La Voz de Galicia cuáles son las prioridades básicas de sus proyectos políticos.
Rafael Rodríguez Villarino
Tras catro anos como secretario provincial do PSOE, Rafael Rodríguez Villarino (Ourense, 1965), quere seguir á fronte do partido e pon en valor os éxitos electorais obtidos neste tempo. «Pasamos dos peores resultados do PSOE na súa historia a os mellores sen ningunha discusión. O único pero que temos é que non estamos gobernando no Concello nin na Deputación por un pacto entre dúas forzas políticas que, ao verse ameazadas, decidiron unirse para non acabar eliminadas do escenario político. Agora o que temos é que culminar esa tarefa», di.
—Fala da alcaldía e da presidencia da Deputación. ¿Fai autocrítica no sentido de se podería terse negociado mellor?
—Negociouse todo o posible. O que pasa é que nós non podemos chegar a acordos como os que son capaces de chegar o PP e Gonzalo Pérez Jácome. A culpa non pode ser de quen ganou as eleccións, senón de aqueles que impediron que aquelas persoas que tiñan ilusión por cambiar esta provincia non puidesen gobernar.
—Que diferenza o seu proxecto do de Alfredo García?
—Eu non coñezo o proxecto de Alfredo García. Entón, teño que dicir cal é o meu, que é basicamente o que levamos poñendo en marcha nos últimos catro anos. O primeiro que fixemos foi darlle estabilidade económica ao partido. Somos un partido máis moderno, solvente, cun equipo de profesionais competentes e entregados que presta atención permanentemente ás nosas redes sociais, que son as máis activas do PSdeG en toda Galicia. E, despois, en atención aos militantes houbo un cambio absoluto. Agora o teléfono sempre está ao dispor, aténdese a todo o mundo e fanse campañas e movementos que antes non existían. É certo que o covid paralizou a actividade en todas as agrupacións por motivos obvios, a saúde é o primeiro. Pero, aínda así, fixemos encontros a nivel provincial por videconferencia.
—García fala de falta de sintonía coa militancia. É así?
—En absoluto. Eu creo que algo teñen que dicir e verase nos resultados.
—Que opinión ten politicamente del?
—É un alcalde de referencia no Barco. Leva alí moitos anos e ten demostrado a súa capacidade de liderado no Concello. Agora toma unha decisión de que, antes de retirarse da vida política, lle gustaría ter a secretaría provincial e paréceme unha decisión respectable.
—Hai quen di que está escorado ao centro. Está de acordo?
—Eu ese tipo de valoracións prefiro non realizalas. A ideoloxía de Alfredo ten que definila el publicamente. Eu son o secretario provincial do meu partido e sempre defendo aos meus alcaldes. E a Alfredo tamén. Se alguén ten unha dúbida sobre a ideoloxía socialista de Alfredo debe clarificalo con el.
—Como valora que algúns apoios de Formoso agora estean con vostede?
—Os votos non son dos candidatos, senón das persoas e cada un decide no seu momento a quen apoiar. Eu, no seu momento, apostei por Gonzalo Caballero, pero Valentín é agora o meu secretario xeral galego. En todo caso, as primarias galegas non son comparables ás provinciais, as coordenadas son diferentes e quen queira misturar ambos asuntos confúndese. Aquí non se trata de elixir entre Valentín Formoso e Gonzalo Caballero, aquí hai unha elección entre o actual secretario provincial e unha persoa que quere presentarse agora para culminar a súa carreira política.
—No caso de saír reelixido, poderá entenderse coa agrupación da capital?
—Ese foi o meu empeño de sempre. Que eu sexa á vez voceiro no Concello e na Deputación de Ourense busca precisamente esa cohesión. E seguirase intentado, pero basicamente o partido é un. Antes si que había unha separación clara entre cidade e provincia e agora non existe. Eu non quero dicir que sexa unha unión idílica porque sempre hai diferenzas, pero nunca houbo, por exemplo, nin unha votación na que o PSOE tivese posicións diferentes. Nós somos un partido que non funciona de modo autocrático e ese poder horizontal permite que distintos grupos expresen as súas posicións, obviamente dentro dunha dunha estrutura que mantén a cohesión.
—Se segue como secretario provincial, repetiría como candidato a alcaldía?
—Como din por aí, cando cheguemos ao río, pasaremos a ponte. De momento ao río non chegamos. Hai procesos previos e é moi difícil a día de hoxe facer previsións en política. É moi difícil aventurar agora este tipo de cuestións.
—E se perde, querería seguir de voceiro?
—A miña intención sería seguir como voceiro, pero ao mellor as decisións do partido non serían iguais e habería que asumir o que diga o partido, obviamente.
Alfredo García Rodríguez
«En el centro-izquierda es donde me siento a gusto»
Alcalde de O Barco desde 1999, Alfredo García (Oblanca de Luna, León, 1953) tranquiliza a sus vecinos. Si finalmente es secretario provincial del PSOE, no se irá. «Y, si salgo elegido, eso evidentemente lo que quiere decir es que me voy a presentar a las elecciones en el año 2023», dice García, centrado por ahora en ganar a Villarino en las primarias socialistas.
—¿Qué diferencia a ambos proyectos?
—Todos somos compañeros del mismo partido y, por lo tanto, diferencias grandes no hay. Está más en el talante, en la forma de ver las cosas, sobre todo, en lo que queremos hacer con la militancia. El militante se siente abandonado, siente que no existe más que para determinados momentos cuando es necesario para que colabore. Yo quiero cambiar esto; tenemos que empoderar al militante. No ha existido contacto con la inmensa mayoría de las agrupaciones. Un ejemplo claro es que tomamos posesión en el 2019 y todavía no hemos tenido una reunión de alcaldes. Eso es gravísimo.
—Pues Villarino presume de resultados electorales. ¿Cree que son mérito suyo?
—Con los resultados electorales pasa algo muy curioso, cuando son buenos siempre son mérito del que está en el poder en ese momento, pero el fracaso se reparte siempre. Acaba de pasar con las primarias gallegas, que Gonzalo Caballero se atribuía el mérito de esos mismos resultados. Yo creo que el mérito es de todos y el fracaso, también. Lo peor de todo es que, además, no es cierto que en el 2019 fuesen los mejores resultados de la historia. En la ciudad, fueron aún mejores en número de votos en el 2007 y en votos y concejales en el 2011, con Paco Rodríguez.
—¿Le sorprende que algunos apoyos de Formoso hace solo unas semanas ahora trabajen para la candidatura de Villarino?
—Es que yo no soy el candidato de nadie.
—Hay quien dice que es el Formoso.
—Eso lo dicen fundamentalmente los medios. Yo con eso ya contaba y el día de la presentación hice una alusión velada a esto porque sabía que se me iba a catalogar. Venimos de unas primarias Caballero-Formoso y ahora vienen otras y como somos dos... Yo quiero ser el candidato de los militantes, nada más. Y lo que sí puedo prometerles es que el PSOE de Ourense va a tener autonomía. Colaboraré, como he colaborado con todos los secretarios generales que he tenido, pero el PSOE de Ourense tendrá voz propia. Eso no tengo que demostrarlo, ya lo he demostrado como alcalde gobernara quien gobernara.
—¿Tiene arreglo la permanente crisis del partido en la capital de la provincia?
—Son muchos años de líos y es difícil porque, si existen esos líos, es porque la dirección no se ha preocupado de resolverlos. En la ciudad hay enfrentamientos que vienen de antiguo y mi tarea es sentarme con todos los grupos. Lo que tenemos que tener claro es si son problemas que afectan a cómo vemos la ciudad o son de otro tipo, más personales. De eso hay que hablar, porque nosotros militamos en un partido cuyo único objetivo tiene que ser servir a la ciudadanía. No va a ser fácil de resolver, pero yo tengo capacidad de diálogo y lo he demostrado a lo largo de los años, llegando a acuerdos con todo el mundo en todos los sitios donde he estado. Yo quiero restañar todas esas heridas que hay. Y este partido puede ser imparable si soy capaz de hacerlo.
—¿Qué les diría a quienes lo ven a usted demasiado escorado al centro?
—En este partido cabemos todos y los grandes éxitos del PSOE en España e incluso en Galicia se dieron cuando aglutinamos mucho voto de centro. Es verdad que siempre hubo partidos a la izquierda del PSOE y no pasa nada, siempre los hubo y ahora también. Y nosotros no podemos coger a la vez los votos del centro y de la extrema izquierda. Por lo tanto, tenemos que elegir. Y en el centro-izquierda, la socialdemocracia, es donde yo me siento más a gusto.
—Hay mucha distancia entre Valdeorras y Ourense. ¿Será capaz de gobernar el partido desde allí?
—Cuando me nombraron vicepresidente de la Fegamp, primero me propusieron desde el partido para formar parte de la ejecutiva. Quien me llamó me dijo que estuvieron barajando mi nombre para vicepresidente pero entendían que estaba lejos. Y yo les contesté: «Estoy a la misma distancia para ser vicepresidente que para ser miembro de la ejecutiva». Al día siguiente me llamaron para decirme que me iban a proponer como vicepresidente. Y después fui presidente, y lo hice desde O Barco. Creo que ahí está mi gestión. A mí nunca me tiró para atrás el trabajo. Además, yo no aspiro a controlarlo todo, quiero rodearme de un equipo muy potente y muy capaz. Pero también quiero que, si soy secretario provincial, sirva para que Valdeorras sea tenida un poco más en cuenta porque sí que es verdad que a veces nos sentimos abandonados.
