
La exposición al sol está detrás de todos los casos
14 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Cada año se hacen en el área sanitaria de Ourense, Verín y Valdeorras cerca de mil intervenciones de cáncer de piel. Son los datos aportados desde el servicio de Dermatología del CHUO con motivo del día europeo de la prevención de la enfermedad. Explican que todos tienen en común su principal factor de riesgo, la exposición al sol.
Los tumores más frecuentes son los carcinomas basocelulares, que suponen el 60 % (unos 600 casos) de los cánceres de piel en la provincia. Aparecen normalmente en las áreas expuestas al sol, especialmente en cabeza y cuello. Es raro que se produzca metástasis, pero el crecimiento local sí puede ser muy destructivo. Pueden ulcerarse y alternar períodos de aparente curación lo que evita, erróneamente, la consulta con el médico.
Los segundos más habituales son los carcinomas de células escamosas, que suponen el 20 % de los casos. Se originan en la parte externa de la epidermis y también aparecen en las zonas expuestas al sol: cara, orejas, labios o dorso de las manos. Generalmente se pueden extirpar por completo pero son más propensos a extenderse hacia las capas más profundas de la dermis.
El melanoma es el menos frecuente, pero también el más grave. El año pasado se operaron 49 en la provincia, lo que supone una incidencia de 15 casos por cada 100.000 habitantes, una cifra en ascenso. Detrás está, explican desde el servicio, los rayos ultravioleta, la frecuencia de las quemaduras solares en la infancia, el aumento de las horas de exposición al sol y la deficiente protección de la piel. Sube la incidencia pero baja la mortalidad gracias al aumento del diagnóstico en estados iniciales, lo que eleva las posibilidades de supervivencia hasta el 90 %.
Los riesgos de desarrollar melanoma se duplican en aquellas personas con cinco o más quemaduras solares a lo largo de su vida. Un riesgo que los dermatólogos creen que la población desconoce o no tiene en cuenta porque sus consecuencias se hacen evidentes a largo plazo, es decir, el melanoma no aparece hasta la edad adulta aunque aquellas primeras quemaduras se produjeran cuando el paciente era todavía un niño.
Trabajadores del campo o la construcción
Por la exposición prolongada e intensa al sol, casi siempre sin protección, los carcinoma basocelulares y los de células escamosas son mucho más frecuentes entre personas que trabajaron el aire libre, en el campo o en la construcción. Ambos se relacionan con la acumulación durante años de radiación ultravioleta.
Igualmente, distintos estudios relacionan el melanoma con episodios de rápida e intensa exposición al sol, con quemaduras graves, como cuando aparecen ampollas. Otros factores de riesgo son los antecedentes familiares, el tipo de piel y tener gran número de lunares grandes por el cuerpo.
Desde el servicio de Dermatología remarcan que los cánceres de piel son relativamente fáciles de diagnosticar de manera precoz, derivado de que los centros de atención primaria pueden hacer dermatoscopias. Además, los médicos de cabecera pueden consultar con el especialista a través del servicio de teledermatología. Además, existe una vía rápida del melanoma que garantiza que aquellos casos sospechosos de ser este tipo de cáncer puedan ser vistos por un especialista en apenas un par de días y que el paciente tenga el diagnóstico final en menos de dos semanas.