La piel de papel

Tareixa Taboada OURENSE

OURENSE

Exposición de Clara Martín en el Espacio de Arte Roberto Verino
Exposición de Clara Martín en el Espacio de Arte Roberto Verino MIGUEL VILLAR

Clara Martín presenta sus «femmages» en el Espacio de Arte Roberto Verino

18 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

«La bruja representa nociones de una mujer femenina extraña, poco convencional, aterradora y poderosa. Ella no es una sirvienta de nadie». Kristen J. Sollee.

La autora de Esquecín decirche adeus…así que adeus, Estado de alarma y De mazas y canela, contos con sabor e cor, Clara Martín, muestra en el Espacio de Arte Roberto Verino su primera exposición de collage titulada: O que comen as bruxas.

Inspirados en los femmages o collages feministas de Miriam Schapiro y Melissa Meyer a lo largo de la década de los 70 del siglo XX, que reflexionaban sobre las técnicas tradicionales vinculadas en la historia del arte a las mujeres por su aproximación a la artesanía y a los procesos manuales como bordar, cortar o encolar no exclusivos del género. Estas artistas quisieron reflexionar, revisando el trabajo creativo multidisciplinar de mujeres de distintos lenguajes e intereses en el marco de la cultura doméstica, realizando un juego de palabras entre los vocablos franceses collage, hommage y femme.

Miriam Shapiro fue una destacada artista feminista que exploró el concepto de identidad y analizó los roles sexuales impuestos y vertebrados por la sociedad, así como los factores que precipitaron una historia larvada por la desigualdad y la preeminencia y vinculación masculina a los canales de expresión y a las instituciones artísticas.

El femmage tiene un contexto feminista y como disciplina plástica se desarrolla a través del collage manual que se identifica con la práctica artesanal vinculada al universo femenino, y que Clara Martín relaciona de manera narrativa mediante la presentación de una galería de personajes icónicos que protagonizan fantásticas historias en forma de protagonistas de apasionantes microrrelatos.

Los rostros construidos e intervenidos revisan los cánones tradicionales y los estereotipos sexuales para generar en su cadáver exquisito, el retrato de una mujer poderosa, intercultural, sofisticada y reivindicativa descrita con humor, ingenio, energía y vitalismo, fuerte, desprejuiciada y libre.

La serie que la Martín collagista presenta en el espacio de Roberto Verino, O que comen as bruxas, está constituida por una galería de retratos de 30x40 centímetros sobre cartón pluma, y construidos por trozos de fotografías de publicaciones del mundo de la moda y la publicidad. Su objetivo es transformar la imagen original deconstruyéndola para dar lugar a nuevas identidades capaces de romper los estereotipos elaborando a través de la imaginación y la narración alteridades fantásticas como Brétema, La mujer de agua y abrazos en soledad, Thelma, que hace un guiño a la necesidad de redefinirse y de expresarse, de atreverse a través de la icónica película Thelma & Louise.

Resulta extraordinario el tríptico de Las furias, donde revisa el mito griego de las Erinias, personificación de la venganza y la conciencia que perseguían a los culpables de algunos crímenes y cuya voz traslada a la actualidad conectando a las diosas catónicas con la mujer que reivindica su poder, su libertad, su voz, su identidad y su historia sin concesiones. Son las destinatarias de una misiva de Ramón Sampedro en su libro Cartas desde el infierno y se convierten en Las Moscas de Sartre como una mirada moderna contra la religión. Nebra, la hechicera atenazada por la desilusión, la distante Flapper, tan inalcanzable como aterradora. Entre las dudas de Lillium, renace romántica y pétrea Cóxega mientras Sálvora llena su cabeza de genios ante la flexión de una Treixa a punto de levantar el vuelo, reinventándose como ave Fénix ante el ojo por ojo ancestral de Teia y el perfume a tierra mojada de Tábana. Tambo dibuja pasos invisibles en el mar y Xeo, de las mujeres de cristal se desliza sola por un paisaje helado. Dicen que Mahia se cansó de la seguridad de un Poseidón sin ilusión y se enredó con un heavy metal y ahora persigue alas de viaje para la eternidad. Leira le enseño a encontrar nuevos sueños.

Dorna en su vigilia anida en la vela más alta de los barcos desde donde otea los pájaros que viven en la cabeza de Odile y calla acariciada por el silencio de la noche y de Kala y el ojo preñado de atardeceres de Éboli. Los femmages de Clara Martín tienen metáforas ocultas entre las imágenes, mensajes encriptados dirigidos a una audiencia íntima con la mirada de una cronista que a través de la secuencia narrativa traslada una reivindicación feminista corrigiendo la trivialización impostada de la imagen estandarizada y estereotipada. Forman otras colecciones las series de collage tituladas: As saias da Carolina, Neuralxia y Proxecto Úterus.