Trece vecinos de una aldea de Lobios reciben un décimo de Lotería de Navidad anónimo: «A min xa me tocou, a persoa que nolo deu ten moito valor»

Maite Rodríguez Vázquez
Maite Rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Vecinos de A VIla (Lobios) posan con el décimo de la Lotería de Navidad  que les regaló anónimamente un misterioso vecino.
Vecinos de A VIla (Lobios) posan con el décimo de la Lotería de Navidad que les regaló anónimamente un misterioso vecino. MIGUEL VILLAR

En la aldea de A Vila, en el Xurés, siguen sin saber quién depósito en sus buzones un sobre con un boleto de 20 euros para el sorteo del 22 de diciembre

26 nov 2022 . Actualizado a las 18:47 h.

Pase lo que pase el jueves 22 de diciembre en el sorteo extraordinario de Navidad de la Lotería Nacional, trece vecinos de A Vila (Lobios) ya se sienten afortunados. El pasado sábado, hace una semana, los residentes habituales de esta abrigada aldea del Xurés se encontraron en sus buzones un misterioso sobre blanco con sus nombres y un décimo de lotería de Navidad en su interior. Alguien anónimo depositó un décimo del número 2.854 como regalo. Todavía no saben quién lo hizo, pero desde entonces la sonrisa y el agradecimiento por el generoso gesto están presentes en A Vila.

«Agora os buzóns xa non se miran a diario, porque como moito vénche algunha factura. Un veciño que o encontrou primeiro chamou á miña muller para preguntar se fora ela e foi avisando», explica Antonio Lorenzo Paz, sobre cómo descubrieron el misterioso sobre. 

Al encontrarse con sus nombres, José Manuel y Nieves pensaron que se trataría de una invitación para una boda o un bautizo. Y al abrirlo se llevaron una alegría. Zacarías González, que pasó su vida laboral en Alemania y disfruta de su jubilación en A Vila, cuenta que el sábado pasado había ido de excursión a A Coruña y al volver se encontró con el sobre blanco y su nombre y el de su mujer. También pensó al principio que podía ser una invitación, luego que habían sido su hermano residente en Almería o un primo, pero los llamó y le dijeron que no. Más tarde supo que los otros vecinos también tenían un décimo igual. «A min xa me tocou a lotería, a persoa que foi ten moito valor, non o fai calquera», agradece Zacarías, quien menciona que quizás el décimo viene «del otro lado», de un encargo realizado por alguien fallecido.  Antonio Lorenzo apunta que es alguien que lo ha hecho de corazón, con buena voluntad hacia sus vecinos.

Los moradores agradecen no solo que el donante se haya gastado 260 euros en estos 13 décimos -adquiridos en una administración de Teruel- sino sobre todo su voluntad de regalar y de tener ese detalle anónimo. Descartan que haya sido alguno de los residentes habituales. Sobre los que vienen los fines de semana o en vacaciones hubo especulaciones, pues hay vecinos desplazados con mucho apego al pueblo que ya han hecho invitaciones de comida para todos o que fomentan el asociacionismo para conseguir que se arreglen elementos como el horno comunal. Sin embargo, al preguntarles si habían sido ellos lo negaron. Así que el misterio se mantiene y los residentes de A Vila creen que ya no lo van a saber.

A Vila es un pueblo unido, que festeja su fiesta de San Lorenzo cada 10 de agosto con gastos compartidos -las cuotas entregadas por cada vecino y los gastos todavía se pueden ver en un pilar del restaurado lavadero del pueblo- y con una población que se triplica en verano. Así lo atestiguan las fotos posando alegres todos juntos que, desde el 2015, se hacen cada año y que decoran distintas paredes del pueblo con sendos póster con las fotografías a gran tamaño. «Se nos toca o décimo, traemos unha orquesta, a Panorama», comenta Nieves con otro vecino.

No es la primera vez que este reparto de décimos sucede. De hecho, la campaña de publicidad de la Lotería Nacional para el sorteo de Navidad del 2021 fomentaba el envío anónimo de una cadena de décimos. Alguien tomó nota y el año pasado, en el pueblo cordobés de Fuente Obejuna, una decena de vecinos y asociaciones se encontraron con la sorpresa. En el caso de la aldea de Lobios no había ningún mensaje acompañando al décimo o en el sobre. Solo un misterioso deseo de suerte que ya ha alegrado a los vecinos.