Hace 135 años que se retiraba el andamiaje de madera utilizado para construir el puente de hierro de Os Peares
OURENSE

La creación de la estructura para salvar el río Sil generó en su día una importante expectación
15 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La historia del trazado de los caminos de hierro entre la meseta y Galicia fue durante mucho tiempo, tal que ahora mismo, la de demoras y aplazamientos sucesivos, incumplimientos de las promesas y compromisos adquiridos y marginaciones. La orografía y la presumible escasa rentabilidad económica, junto al coste derivado de la primera, siempre fueron argumentos que jugaron en contra de los gallegos. Hace ahora 135 años la noticia pasaba por las actuaciones en el puente de hierro de Os Peares, pieza fundamental para salvar el río y conectar Monforte y Ourense.
El 12 de enero de 1888 —han pasado ya 135 años— La Voz de Galicia se hacía eco de lo publicado en la ciudad sobre este proyecto en el que estaban puestas todas las miradas y las esperanzas de progreso. «Dice El Eco de Ourense: Dentro de pocos días se procederá a desmontar la madera que sirvió para el andamiaje del puente de los Peares. El tramo metálico se halla completamente terminado, faltando colocar solo el piso de madera, cosa que no puede hacerse hasta que, aprovechando algunos días de buen tiempo, se pueda pintar el hierro; una vez hecho esto, la colocación de los tablones que han de formar el piso es tarea muy rápida».
Así lo contó La Voz de Galicia hace 135 años
Se hacía un seguimiento de la evolución de los trabajos una semana más tarde. Se comentaba entonces —aparecía la noticia el 19 de enero— que se había verificado por parte de una comisión de ingenieros de Ourense «la operación de separar el andamiaje que había servido para colocar el puente de hierro que en dicho punto se halla en construcción sobre el Sil». De nuevo aparecía El Eco de Ourense como fuente y se calificaba la operación de éxito. Se habían superado «las más lisonjeras esperanzas, pues a pesar de tener el tramo metálico más de 60 metros de longitud, no descendió al centro del mismo más que un centímetro, según las observaciones más minuciosas». Del interés que suscitaba el proyecto, a fin de cuentas el objetivo era conectar la costa con Madrid, da cuenta el hecho de que varios medios de la provincia de Pontevedra y Lugo —Crónica de Pontevedra, El Eco de Galicia y El Lucense— también reproducían las noticias que publicaba el periódico ourensano.

Meses después, el 23 de septiembre de aquel lejano 1888, La Voz de Galicia dejaba constancia de cómo se desarrollaba el proceso. Las últimas pruebas realizadas habían sido más que satisfactorias: «Cuatro cilindros de la carretera y dos grandes carros de bueyes llenos de piedra, arrastrados por 21 parejas de bueyes, pasaron con toda felicidad, sin que el enorme peso de 40 toneladas hiciese bajar el puente más de medio centímetro, ni fuesen de importancia los movimientos laterales». La prueba había generado expectación, concentrándose en las inmediaciones gentes venidas desde la ciudad y vecinos de los pueblos de la ribera de los ríos, los grandes beneficiarios de la nueva obra. Quedaba patente la alegría de todos los presentes por el resultado. Con alguna excepción, ya que La Voz de Galicia cerraba su información con un apunte: «Únicamente están descontentos los barqueros: su industria recibe un rudo golpe».
Encaraba de esta manera su recta final un proyecto que ya había generado interés desde tiempo atrás. De hecho, en noviembre de 1887 se anunciaba la llegada de «varios prácticos en trabajos de puentes de hierro» para iniciar la construcción.
El paso sobre el Sil es uno de los enclaves destacados de la línea entre Monforte y Ourense. En el cuaderno dedicado a este ramal, editado en el año 2010 por Carrileiros Foula, se hace un pormenorizado repaso del proyecto y sus vicisitudes en un trabajo firmado por Paco Boluda y Manuel Hernández. Del de Os Peares se dice que se enmarca en la escuela de Eiffel y que es «uno de los más notables de la línea». Boluda recuerda que fue objeto de mejoras. «Máis adiante acometeuse unha reforma importante para mellorar a facer máis segura a estrutura, de feito ao principio era un paso normal e logo xa se ve como se tivese un par de alturas, cunha composición moito máis compexa», señala.
Como se vaticinaba cuando se realizaron las pruebas, lo grandes perjudicados fueron los barqueros al dejar de tener demanda sus servicios para cruzar el río. El oficio quedaba herido de muerte. Y hasta se generaban disputas por liquidar el negocio. Así, en noviembre, se informaba del destrozo a hachazos de una barca por parte de sus dueños, al no estar de acuerdo por el reparto del dinero de la venta.
12-1-1888
La creación del puente de hierro de Os Peares era vital para salvar el río y agilizar la comunicación con la meseta. La curiosidad era grande.