El Arenteiro creyó hasta el final para superar a un Sestao hermético
16 oct 2023 . Actualizado a las 00:08 h.En el 96, aunque sea de penalti. Esta vez no fue desde los once metros pero sí un perfecto servicio de Luis Chacón desde la línea de fondo. Miku lo bajó con el pecho y cruzó el esférico fuera del alcance de Pere Joan. Espiñedo fue una caldera de fuegos artificiales, imaginarios, pero con el color de tres puntos de oro ante un Sestao River que solo decayó en los últimos instantes. Un 1-0 que sabe a gloria al Arenteiro.
El duelo era para verlo con las aspirinas cerca, porque desde su puesta en marcha prometió dolores de cabeza serios para la parroquia carballiñesa. El once vasco se desplegó con tres centrales y dos carrileros enfocados a la labor de evitar que las bandas de los anfitriones pudieran ser productivas. Jugadores fuertes, veloces y con una vocación de dificultar las combinaciones del rival. Eso sí, arriba tan justitos de pólvora como una formación verde que apenas pudo ensayar el disparo en zonas calientes.
En ese caldo de cultivo el primero que pudo estremecer las gradas fue el mencionado Chacón, cuya viveza le sirvió para adelantarse a los bigardos de la retaguardia visitantes. Uno de ellos lo desvió a córner. Kepa Uriarte replicó en la otra portería, pero también se encontró con un Germán rápido para tapar el resbalón de un compañero.
Otra vez el de Pontedeume volvió a alimentar las esperanzas verdes y estuvo a punto de cazar en el segundo palo un saque de esquina con marchamo de peligro. Y las huestes de Javi Rey seguían sin tenerlas todas consigo. Su oponente parecía jugar con doce y apenas había espacios para conocer de cerca al portero que tenían en frente.
El paso por vestuarios obligaba a algún retoque y lo cierto es que, sin relevos sobre el terreno, el panorama apenas varió. Lo único que se atisbaba era un Sestao cada vez más hundido y por eso fue Aitor Calle el primero en mover su banquillo. Le dio el billete a la ducha a sus dos hombres más adelantados, amonestados en la presión.
Rey Pérez, en cambio, esperó hasta el minuto 70, obligado a cambiar a un Pol Bueso lesionado y aprovechando para situar a Marquitos con libertad tras un Miku que acababa de propiciar la mejor opción de Manín. Lo estorbó en última instancia el compostelano Mirapeix, si bien el colegiado no vio córner.
Poco más tarde entraría un Álex Fernández con un elocuente vendaje en su rodilla. El capi, en todo caso, siempre suma y el once carballiñés terminó metido en el área forastera, con más corazón que clarividencia en sus movimientos. Un eslalon de Miku en el área terminó en las manos del meta y Chacón estuvo a punto de engatillar otro balón que le llegó forzado a la boca de gol.
No parecía el día. Un posible penalti al ariete venezolano se saldó con amarilla para él (la quinta), pero antes se dio el gusto de aparecer cuando los más optimistas parecían haber perdido la fe. Iván Ramos habilitó a su colega Luis y el cazagoles rubricó su primer broche para un triunfo en Espiñedo. La zona de descenso queda atrás. A seguir.
CD ARENTEIRO (1): Diego García, Jordan, Germán, Pol Bueso (Javi Moreno, min 70), Álvaro Ramón, Vitra (Álex Fernández, min 81), Esquerdo, Pibe (Iván Ramos, min 89), Luis Chacón, Manín (Marquitos, min 70) y Miku.
SESTAO RIVER (0): Pere Joan, Etxeberria (Aranzabe, min 73), Mirapeix, Gaizka Martínez, Adrián León, Mateo, Corbalán, Garai (Lobato, min 92), Uriarte (Carbonell, min 73), Jon Cabo (Guruzeta, min 60) y Dopico (Leandro, min 60).
GOLES: 1-0, min 96: Miku.
ÁRBITRO: Román Román, del comité de Castilla León. Amonestó con tarjetas amarillas a Álvaro Ramón, Pol Bueso, Miku, Pibe; así como a los visitantes Etxeberria, Dopico, Jon Cabo y Adrián León.