Las divagaciones del horro

Tareixa Taboada OURENSE

OURENSE

Philipe Gabriel en Roberto Verino
Philipe Gabriel en Roberto Verino Miguel Villar

El artista Philipe Gabriel expone su proyecto fotográfico en Roberto Verino

13 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

«Ser diferente no es ni bueno ni malo, simplemente significa que tienes el suficiente coraje para ser tú mismo». Albert Camus

El acreditado Espacio de Arte Roberto Verino presenta, en su lugar expositivo, Pele del artista Philipe Gabriel. Esta exposición está enmarcada dentro de la colaboración anual del Espacio de Arte Roberto Verino con la Asociación Outono Fotográfico, evento que cuenta con el apoyo del Instituto de Produçao Cultural e Imagem IPCI, Portugal, y está comisariado por Víctor Nieves. En la fotografía de Philipe Gabriel con carácter de instalación, cabe destacar una inquietante y disruptiva revisión del álbum familiar diluyendo los límites de las distintas intervenciones y grafías, siendo elementos como el hilo componente expansivo de la imagen que gravita sobre la fotografía o cosido como sanación y reparación de lo roto, acotador de las formas y de las aristas y pliegues que subyacen bajo el dolor y la nostalgia como exorcismo del resentimiento, relicario de la pena; perturbaciones en las relaciones materno filiales y en su laberinto de emociones que traslada lo íntimo a lo público y su proyectividad sobre la memoria personal y colectiva a través de las imágenes apropiadas y tomadas como metáfora obsesiva de un discurso autorreferencial, desmontando y reconstruyendo el vínculo de una oxitocina cultural que asimila al hijo con su madre. Rescoldo de una naturaleza muerta convertida en biografía apócrifa.

Desmontando a mamá en el crisol de un tiempo que no fue mejor, exposición de un discurso descreído y desapegado de amarillenta añoranza. Una suerte de memento mori sin remordimiento ni drama, con la angustia vertiginosa y consciente de la fugacidad del tiempo. El punto de color como foco inquietante y móvil de dolor se transforma en visceral y orgánico. Lazos de sangre sobre el b/n en los hilos que suturan las cicatrices de las viejas heridas de la infancia, hilos que eran cuerdas que sometían y subyugaban, barreras autoimpuestas de una tradición por sistema, anoréxica de explicación. Como un tejido epidérmico familiar, tela de araña sutil, implacable e irreversible, ADN hereditario de existencia no elegida, deshace los nudos entre infancia y autoridad, fragilidad e imposición y la búsqueda de una identidad propia, factores que alteran la dialéctica de la lógica de un relato falso para establecer la fascinante irrupción de un caos afectivo que simula ser verdad, sin el control de un patrón al que someter una experiencia que se desborda en el espacio intervenido, convertido en orgánico, turbador y escenográfico. Afiebrada metáfora enroscada en la incógnita de lo personal con poso existencial en el abismo en extremo abstracto y complejo de los afectos y desafectos, descrito en apropiaciones de imágenes minuciosamente manipuladas, líricos semejantes en estructura biológica en oposición en la exposición del discurso. Mezclando fotografía e instalación sin variar la coherencia de su proyecto ni la corporeidad exclusiva de los elementos alterados en tres o dos dimensiones, se produce una retroalimentación de ambas estéticas que se asimilan. Construye una narración convertida en bodegón metafísico, multiplicando las posibilidades expresivas y perceptivas en base a una serie de capas que trastornan y anulan la perspectiva tradicional introduciendo una línea conceptual y emocional con la irrupción de una exposición no sujeta a convencionalismos ni arquetipos definidos. Formas en conflicto que pugnan por su definición en el espacio sobre otras, generando tensiones, texturas y superposiciones que descubren los tiempos y los procesos, las intervenciones, veladuras, ocultamientos, caligrafías, rupturas y uniones.

El álbum familiar como preservador de la memoria se presenta polisémico en un lenguaje abierto al abismo de todos los posibles significados con la yuxtaposición del caos y el orden en la inestabilidad de los afectos, del pasado y el presente. Pele es una reflexión sobre la complejidad de las relaciones humanas, la naturaleza de los lazos familiares que nos definen y la necesidad de búsqueda de la identidad propia del sujeto.

El artista redefine los términos asociados a lo femenino y a lo masculino, introduciendo prácticas vinculadas tradicionalmente a las mujeres, como la costura. Su mirada introspectiva se manifiesta en estos paisajes humanos insólitos, metáforas y ficciones que reflexionan sobre la desarticulación de los conceptos culturales aprehendidos y de los valores asumidos que moldean la identidad del ser.