Medio siglo de universidad en Ourense (V): el nacimiento del edificio de facultades

Jesús de juana OURENSE

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Arranque del curso en el Edificio de Ferro, en 1992
Arranque del curso en el Edificio de Ferro, en 1992 PILI PROL

La Diputación cedió gratuitamente las parcelas que había ocupado el Hospital Provincial

24 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la Universidad de Vigo en marcha por segregación de la Universidad de Santiago de Compostela desde el 1 de enero de 1990, que comprendía también a los campus periféricos de Ourense (en el área interior) y Pontevedra (en el eje atlántico) —todo ello a raíz de la aplicación de la Ley 11/1989, de 20 de julio, que reordenaba el sistema universitario de la Comunidad Autónoma— el viejo Colegio Universitario de Ourense desapareció de una manera natural transformándose en las facultades de Ciencias y Humanidades.

La primera carrera que se implanta en la nueva universidad fue la impartida en escuela adscrita de Enfermería de Ourense. Fue en el curso 1989-1990, con el impulso político y económico de la Diputación, regida entonces por Victorino Núñez. Se asentó en los bajos del Hospital Provincial, siendo su primer director el doctor José Luis Relova.

Al aprobar las nuevas titulaciones el Consejo Universitario de Galicia el 23 de julio de 1990 se crean obligadamente los centros donde se van a albergar: la nueva titulación de Tecnología de los Alimentos (2º ciclo) y los primeros tres cursos de Biología y Química, que conformaron la Facultad de Ciencias, siendo su primer decano Eduardo Freijanes, profesor de Química Inorgánica; y la licenciatura en Geografía e Historia junto con los primeros ciclos de Pedagogía y Psicología (que desaparecerían en 1994), que dieron lugar a la Facultad de Humanidades, siendo su primera decana la profesora de Historia del Arte Moderno y Contemporáneo María Victoria Carballo-Calero Ramos. Se completan los nuevos centros con la Facultad de Derecho, con su decano Luis Rodríguez Ennes, profesor de Derecho Romano, al frente; y la Escuela de Ingeniería Técnica de Informática de Gestión, siendo su primer director Manuel Pérez Cota, profesor de Lenguajes y Sistemas Informáticos.

Todos estos nuevos títulos (excepto Informática) y centros se instalaron en el nuevo edificio del Colegio Universitario construido en terrenos del viejo hospital propiedad de la Diputación. Fue el centro matriz y fundador donde se asentó el futuro campus universitario ourensano y que, a partir de ahora, pasará a denominarse Edificio Facultades.

Sin apenas dotación económica, y con deficiencias en infraestructuras e insuficiencias de diversa índole, la generosa entrega de docentes y personal de administración y servicios, y la paciencia y comprensión de los estudiantes, hicieron posible una necesaria armonía para convivir adecuadamente en el mismo edificio. Las facultades antes citadas compartían aulas y servicios comunes, la biblioteca central, los despachos del vicerrectorado, de los decanos, de los profesores, los laboratorios, seminarios, aulas informáticas... La Escuela de Informática tuvo su sede temporal en el primer pabellón del Campus y en el segundo de este terreno ya funcionaba desde el curso 1986-87 una escuela adscrita de Empresariales, financiada por la Diputación, cuyo primer director fue el profesor de Estadística Antonio Vaamonde Liste.

Todo pudo organizarse adecuadamente gracias a que la Diputación de Ourense, representada entonces por su presidente José Luis Baltar, elevó escritura de cesión gratuita de las parcelas del antiguo Hospital Provincial, el 5 de marzo de 1991, a favor de la Universidad de Vigo ante el notario José Luis Fernández Álvarez, en ejecución del acuerdo de la corporación provincial en sesión celebrada el 28 de noviembre de 1990. El valor pericial de los cerca de 30.000 metros cuadrados cedidos alcanzaba la cifra de 500 millones de pesetas.

La expropiación de una parcela adjunta cercana a la carretera de Ponferrada posibilitó más tarde la construcción de un magnífico edificio, obra del arquitecto Miguel Pérez Moreiras, que permitió descongestionar el anterior y donde se ubicaron la Facultad de Ciencias, la Escuela de Informática y los títulos posteriores que configuraron la Politécnica, amén de un soberbio paraninfo y cafetería comedor.

Y así nació el campus de Ourense, ampliándose con posterioridad con otras 17 hectáreas, al otro lado de la avenida de Otero Pedrayo, que expropió la Consellería de Ordenación del Territorio a la multinacional Alcampo y donó después a la universidad. En él se ubican en la actualidad el edificio Jurídico Empresarial, construido según el proyecto de la arquitecta MaríaJesús Castelo Villanueva, el del Campus da Auga, la biblioteca, campos deportivos, etcétera.

Al aprobarse su segundo ciclo, en el año 2000 nace la Facultad de Empresariales, llamándose después, desde el 2003, «y de Turismo», que comparte inmueble con Derecho, siendo su primer decano el profesor de Comercialización e Investigación de Mercados José Antonio Fraiz Brea.

Por el Decreto 263/2001 de 27 de septiembre (DOG de 16 de octubre) la Consellería de Educación y Ordenación Universitaria de Galicia aprobó la creación de la Facultad de Ciencias de la Educación con los estudios existentes en ese ámbito universitario (que eran Psicopedagogía, Educación Social y Trabajo Social) y la incorporación de los que se impartían en la antigua Escuela de Magisterio.

Por el Decreto 162/2004 de 7 de julio (DOG del jueves, 22 de julio de 2004) la Xunta de Galicia hace desaparecer la vieja Facultad de Humanidades y crea la Facultad de Historia. Ambas facultades tienen su sede actualmente en ese ya veterano edificio del Colegio Universitario, llamado luego Edificio de Facultades que albergaba entre sus paredes de cristal y hierro (de ahí su denominación popular de Edificio de Ferro) todo el complejo conglomerado de actividades del naciente campus.

Sin duda en esta serie de artículos se me han quedado en el tintero un montón de aspectos importantes y singulares que, dada la extensión del tema, no he podido tratar. Pero sí me gustaría terminar resaltando que a lo largo de tantos años hubo un enorme esfuerzo colectivo, que no podemos personalizar porque tendríamos injustificados olvidos, en el que participó todo el mundo relacionado o interesado con la evolución del campus, y, en los momentos difíciles, también de la propia sociedad ourensana especialmente activa en la Plataforma Pro Campus.

En ese largo camino hubo titulaciones y grandes profesionales que se perdieron o se trasladaron, pero otras y otros llegaron y, al final de este dilatado periplo, en el cincuentenario que celebramos en este 2023 a punto de terminar, en mi modesta opinión asentada en haber recorrido como docente e investigador prácticamente todo este medio siglo, puedo opinar que —aunque todo es mejorable— Ourense y Galicia tienen ahora mismo a su servicio un razonable campus universitario en calidad docente y en dinamismo investigador, cultural y deportivo.

Jesús de Juana es catedrático emérito de Historia Contemporánea. Facultad de Historia del campus de Ourense