En 1994 Laza mantenía en secreto un premio europeo para preservar la «intimidad» del entroido

La provincia de Ourense presume con orgullo de ser una de los lugares de Europa donde mejor se conserva la tradición festiva del entroido. Una apabullante realidad que ha convertido a los carnavales ourensanos en punto de referencia anual tanto para las personas que quieren disfrutar del mismo como para investigadores, fotógrafos y medios de comunicación.

Aunque no hace mucho la realidad era muy diferente y el carnaval se circunscribía al ámbito local de cada uno de los lugares de celebración, con excepción de los conocidos luego como los puntos del «triángulo máxico do entroido» y, en la mayor parte de los municipios, pueblos o parroquias —donde ahora se han recuperado sus viejas tradiciones y personajes— apenas existía más que una actividad testimonial. Si es que existía. En enero de 1989 La Voz de Galicia incidía en el cambio de tendencia que se daba en la provincia en una información titulada «Sigue aumentando la presencia del carnaval en el calendario de fiestas locales. El martes de Entroido no será laborable en 25 municipios y el miércoles de Ceniza en otros 12».

La implicación de los vecinos y la apuesta de las instituciones —concellos, Diputación y Xunta— ha revertido aquella situación y en la actualidad el entroido ourensano es sinónimo de fiesta multitudinaria y un importante atractivo turístico de Ourense.

Uno de los espacios del «triángulo do entroido» estaba de actualidad en los primeros días de 1994. Una situación que se podía haber producido dos años antes, pues el carnaval de Laza había recibido un reconocimiento en Europa pero los propios interesados habían mantenido oculta dicha realidad. El alcalde, José Ángel García, explicaba por qué no se había informado de dicha distinción y el motivo no era otro que perservar la intimidad de la fiesta.

El 13 de enero de 1994 La Voz de Galicia publicaba una noticia titulada «La Federación de carnavales europeos premia al de Laza». La decisión de concederle la medalla a la fiesta ourensana se había adoptado, por los datos aportados en la información, a raíz de un viaje realizado por un grupo de peliqueiros a Bruselas en el año 1992. «El impacto causado por este carnaval ourensano y el conocimiento por los miembros de la Federación de la riqueza y nivel de conservación de sus tradiciones fue el motivo que justificó la distinción oficial que, en ningún momento, explica uno de los miembros de la actual comisión organizadora, fue buscado ni propuesto desde Laza».

Acceda aquí a la página publicada en 1994. 

El regidor municipal, José Ángel García Morais, explicaba la razón por la cual no se había anunciado el reconocimiento de la Federación de carnavales europeos. «Aquí, por tradición, trátase de conservar a intimidade do noso entroido, así que non queremos facer alarde de nada, simplemente disfrutar do que é noso e conservalo», declaraba el alcalde.

En Laza ya estaban metidos en faena —en aquella primera quincena de enero del año 1994— para organizar el entroido. Manuel Vaz Álvarez, uno de los miembros de la comisión organizadora, incidía de manera destacada en el hecho de que la única premisa innegociable pasaba por mantener la tradición, apuntando que podría haber alguna pequeña novedad en el «enterro da sardiña», pero poco más. El compromiso de las instituciones pasaba por apoyar la fiesta con ayudas económicas. Tenían confirmadas las aportaciones del Concello y de otra administración.

La noticia del reconocimiento obtenido por el entroido de Laza en Europa propiciaba un repaso de cómo se presentaba la fiesta en los otros puntos destacados de la provincia. Los que finalmente acabaron formando, junto con Laza, el «triángulo máxico do entroido». Así, se informaba que las comisiones festivas de Verín y Xinzo ya estaban «en la fase fuerte del trabajo, a un mes vista de las celebraciones».

 Trabajo duro en Verín y Xinzo

Desde la comisión organizadora de la villa del Támega Demetrio Lorenzo destacaba el apoyo municipal —frente a la poco generosa Diputación— e incidía en la clave del éxito: «Non depende exclusivamente da organización, porque o elemento imprescindible é a participación da xente xa que o carnaval é unha festa para participar». En la capital de A Limia estaban pendientes de la remodelación del equipo de gobierno. Ramón de la Fuente, que presidía la comisión festiva, iba a ser sustituido —con toda probabilidad— por Concepción Rúa.

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