Varios testigos niegan la versión de un acusado de vender palés de pizarra embargada que dijo ante el tribunal que estaba siempre borracho
OURENSE
Los interrogatorios en la Audiencia Provincial de Ourense también sirvieron para poner en duda la declaración de otra investigada
16 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Hasta una decena de testigos declararon este martes en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Ourense contra cinco acusados de alzamiento de bienes. Se sospecha que tuvieron participación en la venta de 280 palés de pizarra que estaban embargados por la justicia, y que tenían un valor superior a los 60.000 euros. Aunque la Fiscalía solo acusa en este asunto al responsable de ventas de una pizarrera de Carballeda de Valdeorras, para el que pide tres años de cárcel, la acusación particular cree que tanto el administrador del negocio como su mujer y otros dos trabajadores cometieron actos ilegales.
Y dado que el dueño del negocio, en su declaración del lunes, alegó no saber nada en relación a los hechos porque cuando ocurrieron él tenía una fuerte adicción al alcohol y las pastillas y estaba siempre borracho, varios de los interrogatorios de la segunda jornada se centraron en ahondar en esta cuestión. Así, tanto los hijos del empresario como personas que lo veían con frecuencia, admitieron que bebía, si bien no se encontraba intoxicado a todas horas y era quien daba las órdenes en el negocio.
Tampoco le dieron apoyo los testigos a la entonces esposa del administrador. Ella dijo que era su marido quien tomaba las decisiones y negó tener acceso a las cuentas, pero varias personas dijeron que ella se encargaba de sacar del banco el dinero para pagar las nóminas. «El tercer viernes de cada mes iba al banco a sacar dinero para abonar el dinero a los trabajadores», dijo su propio hijo ante el tribunal.
Visto para sentencia
Está previsto que este miércoles el asunto quede visto para sentencia. Se prevé que a partir de las nueve y media de la mañana comiencen las conclusiones, que serán largas dado que en este asunto hay tres acusaciones y cinco defensas. El asunto que ha motivado la causa se remonta al año 2019. El juzgado de O Barco ordenó el embargo de los palés de pizarra, como garantía para que una empresa pudiera cobrar la deuda que había contraído con la propietaria de la mercancía. El material se almacenó en un bajo durante un tiempo, pero acabó siendo vendido.