El Betis de García de Vitoria y la visita a Santiago son exámenes para elevar nota
16 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El Club Ourense Baloncesto de Moncho López ha adquirido buena parte de la personalidad ambiciosa y competitiva del entrenador gallego. Por eso ni siquiera los obstáculos planteados por tres bajas concentradas en su batería de hombres altos le sirven de excusa para maquillar el duro revés de Palencia. Resulta evidente que el recién descendido de ACB dispone de una plantilla profunda y con mimbres para luchar por el regreso inmediato a la máxima categoría, pero también que quizás hubiera sufrido mucho más frente a la dinámica propuesta cobista si no lo hubiera pillado en una semana de tres partidos —dos viajes—, justo cuando su rotación estaba más mermada.
López Suárez fue directo en el pospartido de la ciudad castellana: «La valoración es muy rápida. Palencia fue muy superior desde el primer minuto, no ha habido partido. Han dominado desde el salto inicial y nosotros no hemos sido capaces de competir. Hablar de actitud y cansancio es disfrazar y desmerecer todo lo bueno que ha hecho Palencia, que defendió muy bien todas nuestras intenciones de ventaja y nos atacó igual de bien».
También fue sincero Moncho cuando admitió que ya estaba pensando en el futuro inmediato. De hecho le quedan por delante dos compromisos más bastante exigentes, en medio de las fiestas de Navidad y Año Nuevo: «Honestamente, lo que intenté en la segunda parte fue dar minutos a jugadores y que no se lesionase nadie, además de probar cosas. Me parecía prácticamente imposible ganar el partido. Cuando no teníamos a Romaro Gill en pista era difícil, con las ausencias, encontrar ventajas en el juego interior y tiramos triples porque quizás era de lo poco que nos permitía Palencia. Intentamos situaciones para Moody, pero tampoco sin gran éxito, la verdad. Mi sensación es que nada funcionaba».
El de Narón también tuvo tiempo para volver a hablar de su amigo Luis Guil, destacando lo bien que el asistente de Sergio Scariolo en la selección nacional planteó la visita ourensana al municipal de la ciudad del Cristo: «Es una de las estrellas de Palencia. Me ha ayudado mucho en el trabajo en basket, pero también en otros aspectos. Es muy buena persona, muy noble y es un excelente entrenador. Una de las estrellas de la Primera FEB. Hoy vimos la mano de él en el partido, puesto que fue el equipo que mejor nos defendió en toda la temporada».
Y no será más sencillo el escollo que presentará en el Pazo otro técnico que, en su caso, tiene un vínculo notable con la ciudad, como es Gonzalo García de Vitoria. El entrenador del Betis está reconduciendo a una franquicia en la que también trabajó López y que le ha puesto en las manos a un plantel de auténtico lujo. La cita que se disputará en la sesión de viernes, será crucial para el COB en muchos sentidos, puesto que además de volver a encarar a uno de los gallitos del grupo, debe reafirmar las aspiraciones del anfitrión de maximizar su juego en el Pazo. Un fortín que es la base de todo el proyecto, a corto y medio plazo. Hasta la fecha, solo han cedido ante Gipuzkoa y Tizona Burgos, dos formaciones con sellos distintos, pero rivales directos en la motivación de volver a jugar en la postemporada, junto a los mejores del grupo.
Incluso más alicientes presenta el viaje más corto de la campaña para visitar en Sar a un Obradoiro que sigue mostrándose irregular, pero ha conseguido rendir a un nivel que le bastó para nivelar la buena salida de los ourensanos, con el mismo balance (7-5), pese a caer ante un Fuenlabrada que puso la directa. El hecho de que Ignacio Rosa ya disputara algunos minutos en Palencia fue una buena noticia a la que podría unirse la reincorporación de Ben Krikke, antes de que termine 2024. Volver a contar con el roster al completo, sería otro punto de apoyo para crecer de nuevo. Lo que sí es seguro es que hay por delante grandes emociones.