La madera frena a la UD Ourense en la igualada frente a la Sarriana (0-0)

El fútbol es a veces tan caprichoso que dos equipos con propuestas muy atractivas en ataque empataron sin anotar sobre la alfombra de O Couto. La UD Ourense gozó de las mejores opciones, sobre todo cuando incluyó a su ariete Gastón Cellerino, y la Sarriana demostró que cuenta con una fluida salida de balón, que esta vez careció de último pase: 0-0.

El choque en la cumbre del grupo gallego de Tercera comenzó con rivales que proponían fútbol combinativo y, por tanto, movían bien el esférico, pese a que se les apagaba la luz en los últimos metros. La presión alta de los ourensanistas propició las primeras llegadas, bien contenidas por la última línea de los visitantes, hasta que en el ecuador del período inicial llegó la galopada de Osian, culminada con un chut del extremo que superó a Javi Liz con su efecto, pero se estrelló en el poste.

El susto espabiló un tanto a los hombres del debutante Guillermo Oriol y una buena dejada de Azael habilitó a Santi Gegunde, para que el experimentado ariete la rompiera con potencia y el cuero se le fue alto por centímetros. Los ajustes de los lucenses en sus marcas maniataron cada vez más a los anfitriones y, de paso, el equipo de A Ribela se animó a probar nuevamente desde la frontal de área. Esta vez con Jacobo Vilariño aproximándose para soltar un latigazo que le salió demasiado centrado a las manos de Álex Cobo. El epílogo de la primera parte se saldó con los ataques languideciendo, aunque Antón Guisande firmó una incursión por el flanco siniestro, quedándose sin ángulo y entregando su centro al meta Javi Liz, quien cubría bien en el área pequeña.

La reanudación ofreció dibujos similares en ambos conjuntos, aunque Borja Fernández incluyó a Migui, en lugar de José Pérez, que ya se había caído a la banda izquierda en el transcurso de la entrega inicial. La primera andanada local llegó, sin embargo, por el otro lado, Luismi casi gana la línea de fondo y su centro lo remató Antón, enviando el esférico a la madera.

Los forasteros volvieron a aproximarse al área de su oponente, que tampoco flaqueó en la zaga. Forzaron un córner que remató el central Maxi fuera y Santi también buscó la suya desde la línea de tres cuartos, al ver adelantado a Cobo. No logró embocar.

Entonces sonó la hora de Gastón Cellerino. Se trataba de llevarle balones al ariete y no tardó en suministrarle un caramelo Luismi. Al quince se le fue por arriba. Desde el costado siniestro se la lanzó Álex Cabarcos y el delantero la cabeceó fuera.

Del delantero de referencia aún remató dos servicios más, en opciones menos diáfanas, pero la inactividad afectó a su puntería. Incluso volvió a aparecer en otro testarazo que terminó con el balón a los pies de Migui, que la envió al larguero con la jugada ya anulada. Los últimos compases fueron más trabados y apenas hubo actividad en las áreas. Santi Gegunde lo probó de lejos, sin inquietar al meta ourensanista. Fue prácticamente la firma una acta sin goles.

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