Dos goles en propia puerta arruinan el partido del Ourense CF en Salamanca (2-1)

Lo de los detalles es un tópico del fútbol y a veces son tan significativos como los dos rechaces de zagueros del Ourense CF que terminaron en su propia portería, cuando tenían bastante controlado el choque en un campo tan complicado como el de Unionistas de Salamanca, que se quedó los puntos: 2-1. Su primer revés del año en competición regular.

Con un buen número de espectadores entrando todavía en las instalaciones del Reina Sofía, los anfitriones le hicieron ver a los de azul que las acciones de estrategia serían una de sus principales bazas. El lateral Eudald Vergés entró desde atrás y cabeceó un cuero que se estrelló en la cruceta. No se amilanó el plantel guiado por Pablo López y el trivote de su medular comenzó a gobernar la contienda. Jerin fue el que se situó en el eje con Fidalgo y Xesc Fullana escoltándole. El mallorquín fue una de las cuatro novedades en la alineación visitante. Todas ellas tras su exitoso relevo en el segundo período el pasado domingo.

Con esos pulmones, frenaban a un oponente que apenas podía alegar en su plan de partido los centros laterales y las acciones a balón parado. Sí profundizó Ángel Sánchez antes de consumir diez minutos y su preciso envío lo remató fuera Di Renzo, tras la ganarle la partida a su marcador. La presión adelantada de los forasteros era buena y su disciplina para no perder balones impedía que los charros corrieran. En uno de sus libres indirectos, Imanol Baz la bajó con la testa a gol, pero su posición antirreglamentaria chafó la celebración del público.

A balón rodado, el que sí anotó fue el Ourense CF. Jerin distribuyó, lanzando la incursión de Álex Gil por el carril diestro. El valenciano la sirvió con música a donde más duele y mientras Di Renzo arrastraba a la zaga en el primer palo, Fullana fue el más rápido en el segundo, rubricando el 0-1. El tanto en el ecuador de este período inicial hacía tambalearse a los de casa, que vieron como Ángel Sánchez desbordó dos veces más por el carril siniestro, sin que sus disparos tomaran espacio entre palos.

Durante la pausa, Dani Llacer retocó su formación, inconforme con lo que estaba viendo. Iñaki González le dio aire a la parcela ancha e Iván Moreno mayor movilidad en el flanco derecho. El aspecto de Unionistas era más resolutivo y Jonny envió arriba su primera oportunidad. Aún así, Carmona no llegó por poco en otra de las reiteradas faltas laterales y Jerin hizo su última aportación con el chut que pudo cambiar el partido. Le flotó su par y el capitán teledirigió un misil que desvió Iván Martínez en un vuelo sin motor. Del eventual 0-2 pasamos a un doloroso empate. Jonny progresó por la izquierda. Marqueta y Zalaya chocaron al querer repeler el balón que caía en su área, sin rematador próximo, y terminó alojándose mansamente en la jaula.

El 1-1 dio alas a los salmantinos que ya acaparaban rifas para optar al premio del triunfo. Y eso que Ángel Sánchez casi pilla un balón cabeceado hacia atrás por los albinegros, pero golpeo al portero antes que al esférico. Ante el empujón de la parroquia local, que no cesaba en sus cánticos, sus futbolistas aproximaban la bola al marco rival por todos los medios. Santamaría remató fatal un servicio desde la derecha y Marqueta sacó una mano de oro, tras la carrera en profundidad de Pablo. Y en el 85, el mazazo. Otro balón llovido hacia Santamaría, lo anticipó Moi, pero lo pegó mordido y provocó una parábola matadora para el guardián de la meta. No era posible, mascullaban los ourensanos, que se fueron a por una igualada que no llegó. Carbonell reclamó un penalti que pocos se hubieran atrevido a pitar y no hubo más.

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