La UD Ourense revalida su liderato a costa de un Barbadás incordiante (1-0)

Un derbi es un derbi aquí y en la liga de Nueva Zelanda. Aún así, en O Couto tiene un sabor especial. Los seguidores de la UD Ourense y de la UD Barbadás disfrutaron de una tarde de fútbol emocionante y con incertidumbre hasta el final. Aunque en estos partidos la clasificación importa poco, esta vez el líder hizo valor su potencial: 1-0.

Y es que los hombres de Borja Fernández siguen acosados por cualificados perseguidores que presionan siempre que pueden al primero del pelotón, que en la mayoría de las ocasiones aguanta bien. Ante sus vecinos de Os Carrís, El período inicial fue ese choque de trenes que se esperaba y se caracterizó por una batalla táctica en la parcela ancha. Los azulones, bien posicionados, dificultaban la creación de juego de un anfitrión que pretendía marcar la pauta. Aún así, ambas aficiones se llevaron más de un susto, como la del cabezazo del visitante —y bien conocido en la casa— Pablo Corzo que hizo trabajar a Álex Cobo, quien repelió a córner. A partir de ahí, ambos equipos se disputaron el dominio del juego con llegadas peligrosas, destacando una contra de Fer al filo de la media hora, que también resolvió con éxito el cancerbero.

Aunque seguían apretando los de casa, no lograban encontrar su mejor versión durante esta primera parte. La batuta de Champi movía los hilos, pero fue en una presión alta de Varo y por la valentía de Justino como lograron crear mayor peligro en el área rival. Los hombres de Guillermo García también golpeaban a la contra, pero Rivero y Gabi no lograron anotar.

Después del paso por los vestuarios, lo que se pudo ver en el césped fue distinto, sobre todo porque el primer clasificado encontró premio a su mayor decisión en muy poco tiempo. En solo dos minutos, Antón Guisande abrió el marcador tras un doble remate en el que se apoderó del primer rechace y se la jugó al primer palo, sorprendiendo a Borja Atanes, con un potente trallazo. El 1-0 afectó al Barbadás, que perdió consistencia defensiva y no logró reaccionar para amedrentar a su oponente. Entrando ya en la última media hora, los ourensanistas volvieron a la carga y un servicio de Varo pudo haber sentenciado la confrontación, lo que no logró concretar Gastón Cellerino en el área pequeña.

A la escuadra de A Valenzá no le quedaba otra que arriesgar, pero se encontró a un rival con tablas en la fase defensiva y que minimizó errores de ahí al final. La falta de pegada y la desorganización del equipo visitante en los últimos compases del encuentro permitieron que los de vermello se llevasen los tres puntos y se mantuviera en lo más alto de la clasificación.

La pugna, aunque reñida en todo momento, también evidenció que el mayor número de argumentos de los de O Couto, frente a un vecino al que le cuesta mucho materializar goles, la clave de su situación clasificatoria.

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