
La Fundación Iberdrola afrontará los 70.000 euros que cuesta la actuación prevista en el templo situado en O Bolo
25 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La rehabilitación iniciada en el 2022 en el santuario de As Ermitas de O Bolo entrará en breve en su segunda fase. Tras una primera actuación en la que se repararon la cubierta, las fachadas y los soportales (además de mejorarse la zona de las visitas culturales y la accesibilidad al huerto de los olivos) ahora los trabajos continuarán centrados en la iluminación. Se trata de un proyecto ambicioso que incluye la renovación completa de las luminarias, que serán de última generación tecnología LED, lo que permitirá reducir el gasto energético de la iglesia, así como su emisión de dióxido de carbono. El proyecto está cifrado en 70.000 euros, que serán sufragados por la Fundación Iberdrola España, tal y como recoge el convenio firmado por su presidente de la entidad, Jaime Alfonsín; y el obispo de Astorga, Jesús Fernández.
La mejora de la iluminación permitirá «conocer y valorar la riqueza escondida en este santuario», en palabras de uno de los tres curas de As Ermitas, José Antonio Crespo. Puso en valor que cada vez son más los peregrinos y los turistas que visitan el santuario, pero también mucha gente «dañada por la vida» que pide ser acogida en la casa rectoral. El alcalde, Alberto Vázquez, puso en valor la ayuda de la Fundación Iberdrola, fundamental para un concello tan pequeño en población como es O Bolo pero con un rico patrimonio cultural. En este sentido, recordó que en la localidad hay también un castillo medieval. Destacó que el gobierno local hace un esfuerzo importante para promocionar ambos enclaves con la contratación (durante diez meses al año) de un servicio de guía turístico.
La directora xeral de Patrimonio, María del Carmen Martínez, destacó la importancia de que instituciones públicas y privadas trabajen hacia el mismo fin: «Que lleguen estos monumentos a las generaciones venideras». Recordó que As Ermitas fue declarado bien de interés cultural en el 2006, lo que supone una protección que, reconoció, supone ciertas trabas, inconvenientes y lentitud en la tramitación de los permisos para llevar a cabo cualquier tipo de actuación en el santuario. Lo justificó en la necesidad de «establecer criterios a la hora de intervenir». Con ese objetivo se elaboró un plan director sobre las actuaciones que precisaba el templo y cómo han de llevarse a cabo. La primera, en la fachada y la cubierta, la sufragó la Xunta con más de 560.000 euros. Ahora pone los medios Iberdrola. Pero todavía quedan actuaciones pendientes, recordó el obispo. Fernández aprovechó el acto para remarcar que entre los objetivos de la diócesis están restaurar el retablo mayor y liberar la casa rectoral para hacer un museo y una sala de exposiciones. Son aspiraciones a futuro hacia un santuario que ahora tendrá nueva iluminación. «La luz no solo bañará nuestra alma, sino también nuestros ojos», dijo, convencido de que las obras en la fachada y en la renovación e loas luminarias «apuntalan el futuro» del templo.
«Se busca embellecer y resaltar el valor patrimonial de un santuario que es centro de peregrinación», destacó Jaime Alfonsín. Habló de una actuación con tres dimensiones: patrimonial, religiosa y de desarrollo económico y social; y se mostró convencido de que las mejoras servirán para seguir atrayendo visitantes. «Promovemos nuestro patrimonio histórico», resaltó Alfonsín.
Al acto acudieron también el director de la Fundación, Ramón Castresana; el delegado de Iberdrola en Galicia, Francisco Silva; y la diputada especial para Valdeorras de la Diputación, María del Carmen González. Todos participaron en una breve visita guiada por José Vega.