El Ourense CF regresó de vacío de su visita a una Ponferradina con empaque (2-0)

La Ponferradina, con el sello de dos técnicos bien conocidos en el Ourense CF —Javi Rey y Luis Vilachá— le cerró esta vez la puerta a un equipo en línea emergente pero sin duende en los últimos metros sobre el césped del Toralín, donde cayó derrotado: 2-0.

La partida de ajedrez diseñada por los estrategas apenas dejaba espacios a los encargados del fútbol creativo durante los albores del choque. Así, los primeros sobresaltos en ambas áreas llegaron en el juego de estrategia o en centros colgados desde los costados. En el caso de los bercianos, Álvaro Bustos se la puso en la cabeza a Sibille, cuyo remate de cabeza lo desvió de tacón Cortés, sin sorprender a Marqueta.

En la otra portería, Ángel Sánchez remató bien un envío desde la izquierda de su ataque, pero le salió centrado y fácil para Andrés Prieto. En la mejor de las combinaciones del plantel dirigido por Pablo López, el más atrevido fue Xesc Fullana, cuyo balón también lo embolsó bien el meta de los blanquiazules.

Sin desborde a balón rodado, un saque de esquina comenzó a decantar la pugna del lado ponferradino. Lo lanzó con dinamita Yeray y lo cabeceó con potencia Sibille, para abrir el marcador. No se descosió la escuadra visitante, por mucho que no encontraban el camino del empate. Para muestra, el cuarto de hora previo al tiempo de reposo, con una única ocasión forastera, en un libre directo que se pidió para sí el artillero Javi Carbonell, que tampoco pudo inquietar a Prieto.

En el banquillo ourensano no esperaron más. Sin cambiar el dibujo, Jairo ocupó la plaza de Jerin con mayor vocación ofensiva y Alberto Gil remplazó a Álex, como viene siendo habitual. No fue suficiente para golpear con fuerza el bien armado muro local. Al contrario, en una rápida transición por la avenida diestra, Carrique soltó un centro de primeras y Cortés se coló entre los centrales para batir a Marqueta con un remate de nueve.

El camino de los inquilinos de O Couto se empinaba demasiado, pese a que el colegiado madrileño no pasó por alto el empujón de Álvaro Ramón a su defensor, para cabecear sin opción para Marqueta un 3-0 que era anulado de inmediato.

Con la doble ventaja de los de casa, el partido parecía abierto a un gol que permitiera a los de blanco hacer la goma y armar su último arreón final. López Vidal incluyó paulatinamente a Juanma Bravo, Josema y Álex Blesa, pero ni las piernas frescas ni la mayor vocación atacante fueron suficientes para cambiar el aire del duelo. La Ponfe seguía siendo rocosa en fase defensiva y quizás el zapatazo seco de Jairo Noriega a la madera fue la muestra de que no era día.

Álvaro Bustos buscó la sentencia, antes de ser relevado y, con el debut de Álex Blesa, los visitantes también buscaron una la vía de los libres directos. No embocó y el tanteador no volvió a moverse en El Toralín.

Al menos, los resultados de otros campos mantienen al Ourense CF con tres puntos de colchón sobre los puestos de descenso. A seguir bregando.

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