El COB sucumbe ante el líder Burgos (60-74)

El Club Ourense Baloncesto volvió a perder (quinta derrota consecutiva), algo que quizás podía adivinarse a la vista de la comparecencia del líder San Pablo Burgos en el Pazo. Aún así, el enfrentamiento fue reñido en su primera mitad, para descolgarse poco a poco un anfitrión que terminó por ceder: 60-74.

La actitud defensiva de los de casa se palpó desde los inicios, dificultando bien las circulaciones del líder y del mismo modo sus lanzamientos a canasta. Con Romaro Gill y con Sergio Rodríguez se estiraron al 8-2, una renta que mantendría Rafa Lisboa con un dos más uno (11-5), antes de que se desatara la tormenta de los visitantes con un 0-10 que culminó Gonzalo Corbalán, apareciendo en el partido más tarde de lo que acostumbra. Una pausa forzada desde el banquillo local cambió la dinámica y el duelo se igualó al final del cuarto, con ligera ventaja visitante para cerrar los diez minutos: 18-19.

Aunque Pablo Almazán abrió la segunda entrega con un triple, el COB volvió a darle una vuelta a sus tornillos defensivos. Los de casa encontraban a Gill y a Brito, para que un poco más tarde el joven Martín Fernández recuperara un balón y remontara con un contragolpe veloz (30-29), ya en los albores del intermedio. La anotación del primer clasificado daba muestras del esfuerzo de su oponente para minimizar la bien conocida artillería de los burgaleses. Y eso que en la última posesión, el argentino Corbalán penetró hasta la cocina para llevar a los suyos al intermedio con un favorable (30-33) mantener esa iniciativa en el marcador.

La parroquia del Pazo se ilusionaba los ourensanos quisieron imponerse de nuevo en defensa. Aún así, Jon Axel Gudmundsson sacó su fusil y encareció de modo el choque para su adversario con dos bombas de larga distancia. Si el lanzamiento exterior no era lo más lúcido de ambos equipos hasta ese momento, el intercambio de triples entre unos y otros premió la profundidad de banquillo de los castellanos. En la rotación cobista se echaban de menos las aportaciones de Moody y de Mendikote, que no pudo continuar después de minuto y medio en cancha, lo que se tradujo en un atasco notorio en ataque. Dos tiros libres de Sergio Rodríguez (42-44) fue marcaron el 7-0 para hacer la goma, pero el líder replicó con 0-11, amparados en las oportunas canastas de Almazán y Cremo: 44-46.

El último acto ya fue un trámite. Goloman cerró un 0-5 y a los cobistas les faltó energía y pólvora para darle un giro a lo que sucedía sobre el parqué. La maquinaria del San Pablo ya estaba totalmente engrasada y la diferencia no hizo más que crecer de modo paulatino. Un último golpe de orgullo de los ourensanos minimizó los daños, pero la pugna se había convertido ya en un entrenamiento con fuego real. El Everest del calendario de los locales complica un poco más las cuentas del play off.

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