El Arenteiro se atasca en Espiñedo y claudica frente al Celta Fortuna (1-2)

El Club Deportivo Arenteiro se va a las cinco jornadas sin ganar y ni siquiera su templo de Espiñedo es suficiente para intimidar a sus oponentes. El apremiado Celta Fortuna sacó provecho de su eficacia esta vez y se llevó los puntos: 1-2.

Los verdes hundieron al filial en los primeros compases del derbi y tardaron poco más de un minuto en ensayar el primer disparo de Marcos Baselga, alto. Al contrario, vieron como Tarsi Aguado se sentaba en el césped a los tres minutos, resintiéndose de un problema en su pierna izquierda, hasta el punto de abandonar el terreno poco más tarde. Entre medias, Miguel Román también obligó a Diego García a sacar una buena mano abajo.

Más allá de ese inicio enloquecido, la baja de una de sus piedras angulares perturbó el plan de partido de los carballiñeses, que ya no dominaban tanto y veían como Pablo Gavián y el ourensano Tincho se proyectaban más por sus carriles. En una delicatesen de David Ferreiro, los de casa finalizaron con un chut que se le fue alto al de Baños de Molgas. Fue un espejismo.

En la otra portería, volvió a llegar el centro del vertical Tincho y esta vez lo remató de primeras Jordi Escobar, al poste contrario y al fondo de la red. El agua fría congelaba las ideas del equipo de Raúl Jardiel, que no lograba ordenar sus piezas desde la banda. El once de los cuatro juveniles celestes se lo creía y sabía a qué jugaba. Hugo González no remató por centímetros un buen envío de Gavián y los de Espiñedo tardaron en reaccionar hasta el tramo final de ese período. Lo provocó Pascu desde la izquierda, con un centro al corazón del área pequeña, que casi engancha Baselga. Ya en el alargue, tras un córner, el ariete aragonés cabeceó para Mangel, cuyo remate se le escapó cruzado.

El segundo capítulo del choque fue una película de terror para el Arenteiro, que ajustaba su ofensiva adelantando un poco más a Enol y se encontró con Hugo González pisando su propia área. El eslalon del delantero valenciano lo taponó Jordan, pero el su despeje pegó en la pierna del rival y se coló en la portería de Diego. Otro mazazo a la confianza de un combinado local que sí siguió enarbolando las espadas en alto, de un modo más visceral.

Un testarazo de Baselga llegó flojo a las manos de Coke Carrillo, quien tuvo que emplearse con mayor disposición para detener el chut de Pascu, tras una buena entrega de Jordan. Jardiel le dio entrada a Jaume Cuéllar para el último arreón y lo que necesitaban de verdad los de verde era un chispazo como el que provocó Martín Solar. Pascu recogió en la derecha un centro que no encontró rematador al pasearse por el área. El de Santa Pola levantó la cabeza y se la puso al mediocentro cántabro para que la mandara a guardar.

La modificación en el marcador elevaba los decibelios en el vetusto estadio. No era sin embargo sinónimo de mordiente en los últimos metros. Al filial le temblaban las piernas cada vez más y aún así era capaz de defenderse con solvencia. De hecho, los carballiñeses tardaron hasta el minuto ochenta para volver a chutar por medio del citado Cuéllar, que hizo una buena maniobra en la frontal del área, sin coger portería.

La última apuesta local fue la de buscar transiciones más directas y apelar a la épica. En pleno riesgo, Angelito pudo sentenciar ya en el alargue y Johan, otro hombre de refresco, provocó la tarjeta roja al meta Diego García, que en su salida a la desesperada no quiso tirar la toalla en la búsqueda del empate.

El telón del derbi bajó pasados los 98 minutos y, con Martín Solar bajo palos, el Arenteiro siguió empujando hasta el final. Van ya cuatro choques consecutivos sin ganar como locales, un bache que está costando caro.

---

---

---