Un Ourense CF con poca chispa claudica ante el filial del Athletic (1-2)

El Ourense CF no perdía en su campo desde principios del último noviembre, un total de once contiendas que quedaron como registro cerrado ante un Athletic Club B que se convirtió en la horma de su zapato para imponerse a domicilio en el último suspiro: 1-2.

La disputa fue difícil de masticar durante un período inicial con dos bloques bien colocados en fase defensiva y que apenas realizaban concesiones al oponente. Así las escasas oportunidades fueron más testimoniales que de verdadero peligro. Y eso que los de azul ya ensayaron el disparo a los 8 minutos. Fue Juanma Bravo, esta vez titular en el eje de la medular, cubriendo las ausencias de Jerin o Fullana. El misil del murciano fue desviado por un zaguero.

Pudo ser más complicado el centro chut de Jairo Noriega, que rechazó otro zaguero hacia su portería, encontrándose con un Mikel Santos situado en el sitio justo. Casi a renglón seguido, un eslalon genial de Josema germinó en falta al borde del área, que el mismo Bravo estrelló en la barrera en primera instancia para encontrarse con el portero en el segundo misil al rechace.

Por su parte, los cachorros tardaron casi media hora en visitar el área de Marqueta. Andaba por allí el central Duñabeitia y golpeó fuerte, aunque sin problemas para Marqueta, que embolsó con seguridad. Así se fueron ambos arqueros al intermedio sin verse realmente comprometidos.

El segundo capítulo del cerrado duelo comenzó a otra velocidad, la de los rojiblancos, más decididos a buscar la línea de fondo. En todo caso, fue la dificultad de los locales para sacar un balón de su área la que favoreció que recuperara el juvenil Adrián Pérez y se la cediera a su nueve, Ibai Sanz, quien se revolvió en el área y zapateó el cuero en dirección a la escuadra. Inalcanzable para Marqueta.

Fue un zarpazo que, en cierto sentido, narcotizó a los de casa. Y es que el marcador ratificaba el plan de partido de las promesas de Lezama, que presionaban sin dejar centímetro libre y maniataban a un Ourense CF que se estaba mostrando romo en la matinal del domingo de Pascua.

Pablo López comenzó por recurrir al talismán Ángel Sánchez para reactivar su ataque en la última media hora y después también incluyó a Andrada y Álex Gil para contar con piernas frescas en la otra banda, por el perfil derecho.

El campo se inclinaba en dirección al portal de Mikel Santos, pero el visitante cerraba todas las puertas. Y el clímax de esa película empezó a eclosionar en el minuto 85. Gonzalo Di Renzo era el último refuerzo en la vanguardia y bajó un centro desde la izquierda para dejarle la bola a un Álex Gil que la golpeó como venía con calidad y la enchufó en la red. Parecía un premio justo en un partido con emociones crecientes al ritmo de sus últimos latidos. Eso sí, ambas escuadras seguían mostrándose sólidas atrás, hasta que los jóvenes vascos le robaron la cartera a los azulones en una acción de estrategia. Fue un libre indirecto lateral desde la derecha del ataque y la retaguardia defendió mal un balón que le cayó al pie del capitán Álex Rego, que fusiló a Marqueta.

Se rebasaba el tiempo reglamentario y los pupilos de López Vidal intentaron reaccionar a la desesperada, encontrándose de nuevo un muro. Su oportunidad más clara fue la del talismán Ángel Sánchez, que recibió un buen envío de Andrada y armó rápido un tiro que repelió Duñabeitia.

Los ourensanos se quedan con sus 46 puntos y se pincha un poco su globo de la promoción (están a cuatro puntos), pero aún así que les quiten lo bailado, porque aún habitan en una zona privilegiada, a falta de cinco jornadas.

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