Recorremos Trives, uno de los últimos concellos en recuperar el suministro eléctrico: «Foron 23 horas sen luz, pasámolo moi mal»

María Cobas Vázquez
María Cobas O BARCO

OURENSE

Pablo Alonso atendiendo a los clientes en el supermercado Claudio.
Pablo Alonso atendiendo a los clientes en el supermercado Claudio. LOLITA VÁZQUEZ

La electricidad no regresó hasta las 11.20 horas de la mañana del martes

29 abr 2025 . Actualizado a las 18:37 h.

El concello ourensano de A Pobra de Trives fue uno de los últimos en recuperar el suministro eléctrico tras el gran apagón en España. La luz se fue como en todo el país a las 12.33 del lunes y no regresó hasta alrededor de las 11.20 horas de este martes. Los vecinos estuvieron durante 23 horas sin luz eléctrica. En el concello vecino de Larouco tenían luz desde las seis y media de la mañana y lo mismo pasaba en Castro Caldelas. Es decir, a 20 minutos en coche había luz. Pero no en Trives, ni en San Xoán de Río ni en el casco urbano de Manzaneda. Una situación que se convirtió en tema de conversación desde primera hora de la mañana.

Muchos negocios no abrieron sus puertas. Establecimientos de todo tipo, desde peluquerías a oficinas de seguros estuvieron cerradas. Sin luz no podían trabajar. Lo mismo sucedía en la plaza de abastos. La mayoría de los bares estuvieron cerrados y los pocos que sí levantaron la persiana tenían que servir bebidas del tiempo. Nada de café. Y así siguió la mañana hasta que se recuperó el suministro eléctrico.

Los primeros coches llegaron a la gasolinera apenas cinco minutos después de recuperado el suministro eléctrico.
Los primeros coches llegaron a la gasolinera apenas cinco minutos después de recuperado el suministro eléctrico. LOLITA VÁZQUEZ

En apenas cinco minutos en la única gasolinera que hay en el municipio había ya varios coches esperando para repostar. Uno de los primeros en llegar fue Liborio, vecino de Pena Folenche, a unos tres kilómetros del casco urbano. «Enterámonos nun comercio e dixen, se hai luz hai gasolina, e vin», contaba el hombre. En su caso aprovechó para llenar el depósito del coche y de paso llevar para el tractor.

Julio y Alonso fueron de los primeros en ir a tomar un café.
Julio y Alonso fueron de los primeros en ir a tomar un café. LOLITA VÁZQUEZ

Casi al mismo tiempo, en la panadería O Campo Verónica comenzaba a hacer cafés y no paraba. De los primeros en aparecer por el local, Julio y Alonso. «Viñemos en canto volveu a luz para poder tomar café», decía Alonso. Julio bromeaba con que habría que volver a los gancios«Facíanse coas ramas das uces. Colgábanse dos teitos, nos ganchos nos que se poñían as potas na cociña baixa, e prendíaselle lume. Eran moi bos porque duraban moito», rememoraba. Muchos acudían al local en busca de pan. El que venden se elabora en Castro Caldelas, así que era de los pocos sitios donde conseguirlo fresco.

Anxo Fernández, preparándose para el servicio en el restaurante La Viuda de Trives.
Anxo Fernández, preparándose para el servicio en el restaurante La Viuda de Trives. LOLITA VÁZQUEZ

A las doce y media, Anxo Fernández, chef del restaurante La Viuda apuraba su plato antes de ponerse a dar comidas a los clientes. «Foron case 24 horas moi complicadas. Houbo que buscar xeradores para manter as cámaras encendidas e despois esperando que viñera que se arreglara», decía. El objetivo fundamental era no perder la mercancía por falta de frío. Insistía en que lo habían pasado muy mal y tiraba de retranca: «Xa vivimos unha pandemia, o apagón de luz... Agora que falta? Que veñan os ovnis e pouco máis. Moi complicado». En su caso no perdieron de dar ningún servicio y los generadores estuvieron funcionando hasta que llegó la luz. Y remataba: «Hai que buscarse a vida, sempre».

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A esa hora abría sus puertas el supermercado Claudio, que tuvo que cerrar con el apagón eléctrico. Pablo Alonso, su propietario, confesaba que habían sido unos momentos muy duros: «Foron 23 horas sen luz, pasámolo moi mal. Cara media tarde conseguimos un xerador que tivemos posto ata as once da noite. Despois, entre que non fai tanto calor e se conserva todo moito mellor, as cámaras e os conxeladores tiñan xa a temperatura adecuada e aguantamos ata as oito da mañá, que volvemos a poñer o xenerador». El problema estaba sobre todo en la cámara de carnicería. «Aguantan moito, pero se dura moito [o apagón] máis ao mellor tes que tirar con todo», apuntaba. En su caso la reapertura no fue inmediata. «Cando volveu a luz estivemos unha hora para recuperar temperatura, porque se abres e as cámaras están cargando, ao abrir e pechar non dar cargado. Aguantamos unha horiña máis e así abrimos con normalidade», contaba. Eso sí, lo hicieron sin pescado fresco.

Toño Caneda preparando bicas para meter al horno.
Toño Caneda preparando bicas para meter al horno. LOLITA VÁZQUEZ

En la panadería Caneda, la puerta estaba cerrada desde primera hora. «Debido al apagón no hemos podido elaborar los encargos de esta tarde», explicaba un cartel pegado en la puerta. Y añadían: «Esperamos poder retomar la actividad en cuanto se resuelva el apagón. Sentimos las molestias. Calma y paciencia». Eso sí, en cuanto se recuperó el suministro eléctrico, el horno se puso a funcionar. Toño Caneda lamentaba sobre todo no haber podido servir a sus clientes. «Hoxe xa non facemos pan. Se non se fai pola noite, xa...», decía. «Estamos coas bicas, que había encargos... e xa atrasamos un día, pero enriba o xoves é festivo [lo que se traduce en un aumento en la demanda] e hai que andar como se pode», explicaba el panadero. Confesaba que no será posible recuperar toda la producción que no se pudo elaborar en las 23 horas en las que estuvieron parados: «Imos intentar facer o posible, pero para todo non imos dar».

Allariz recuperó el suministro sobre las ocho de la mañana y en Celanova, pasadas las seis y media

Dentro de comarcas próximas, como son las de Allariz, Terra de Celanova y Baixa Limia, la recuperación del suministro eléctrico fue desigual. En Cartelle tuvieron luz durante algo más de una hora, entre las cinco y las seis del lunes, y se volvió a caer hasta que volvió de madrugada, sobre la una. En Lobios, el servicio se reanudó a partir de las 5.30 de la mañana. Una hora más hubo que esperar en la capitalidad de Celanova, donde la electricidad no se recuperó hasta pasadas las seis y media de la mañana. A esa hora, aproximadamente, volvieron también a tener suministro en otro concello de Baixa Limia, Muiños. En cambio, en Allariz, el apagón eléctrico duró hasta alrededor de las ocho de la mañana.