
La Guardia Civil cree que el grupo, que robó joyas y dinero por valor de medio millón de euros, se escondió en bosques de Avión y Beariz
16 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La banda criminal que cometió catorce asaltos en viviendas de los municipios de Beariz y Avión estaba comandada por un líder que en su juventud formó parte de las fuerzas especiales de Albania. La organización, que ha desarticulado la Guardia Civil en la operación Vértigo después de diez meses de compleja investigación, estaba formada por nueve personas, dos de ellos hermanos del cabecilla. Eran de nacionalidades albanesa y marroquí y se financiaban también con el tráfico de drogas. En la operación se incautaron, en plantaciones en interior, más de dos mil plantas de marihuana y cien kilos de cogollo que cultivaban en localidades catalanas.
Algunos de los subalternos también tenían formación militar y la Guardia Civil cree que durmieron en el monte entre el 11 y el 19 de julio del pasado año, cuando se desplazaron a ambos municipios ourensanos —a los que cada verano regresan emigrantes, algunos con alto poder adquisitivo— para vigilar a sus objetivos y buscar el momento oportuno de asaltarlos. Consiguieron un botín de unos 500.000 euros en dinero y joyas, que no se han recuperado salvo algunos relojes.
Hoy cinco de ellos, el líder y los cuatro albaneses que se desplazaron supuestamente para los robos, pasarán a disposición judicial en Ribadavia. Según detalló el capitán de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Ourense, Juan José López, los sospechosos llegaron a primera hora del 11 de julio Beade en un coche de alquiler a nombre de la única persona del grupo que estaba limpio de antecedentes.
Los investigadores del la Guardia Civil, en una operación conjunta liderada por la Policía Judicial de Ourense, con la estrecha colaboración de la unidad de Tarragona y para la que se intercambió información con varias policías europeas, comprobaron los movimvientos del día del viaje y detalles como que uno de los miembros compró unas zapatillas de montaña del número 45. Horas después ya los sitúan en Beariz.
Al tener conocimiento de los primeros robos de la oleada que sufrió esa zona ourensana, la Guardia Civil inició una investigación y un seguimiento. Creen que durmieron en zonas boscosas cercanas y que uno de los cuatro solo se dedicaba a la logística, a proporcionar víveres y lo que necesitasen los asaltantes, que compraba fuera de Ourense. Un tercero se quedaba esperando y vigilando en un coche y dos subían escalando a las segundas plantas de viviendas unifamiliares, para llevarse los objetos de valor. En tres viviendas había residentes en esos momentos (entre las 20.00 y las 24.00 horas), pero no hubo violencia.
El 20 de julio regresaron a Cataluña. Allí residían: el líder, con un alto nivel de vida y otros integrantes, en condiciones precarias. La Guardia Civil localizó el vehículo cuando salía de la provincia de Ourense e intentó capturarlo. Los presuntos delincuentes sortearon hasta tres dispositivos y bloqueos en las provincias de Burgos, Zaragoza y Lérida, llegando a poner en peligro a algún agente, y consiguieron huir. Abandonaron el vehículo alquilado en un camino abrupto cerca de un polígono de Álava y el jefe fue a buscarlos desde Tarragona. El capitán afirmó que la investigación que tuvo «muchas dificultades, por la alta especialización de estas personas».
El teniente coronel de la Comandancia de Ourense, Rafael Berguillo, destacó que el objetivo era «atacar la estructura de arriba a abajo y su aparato financiero». Se incautaron más de dos mil plantas de marihuana, en plantaciones en interior, cien kilos de cogollos y diez de hachís en registros efectuados en localidades catalanas. En Tarragona continuó el seguimiento y se les pudo haber detenido el 13 de septiembre, pero algunos volaron a otros países y cambiaban de domicilio o de identidades, por lo que hubo que esperar y volver a empezar.
La Guardia Civil cree que operaban por todo el territorio nacional y por ello la investigación sigue abierta, para aclarar otros posibles robos en los que pudieran estar vinculados estos sospechosos. «Iremos detrás de ellos, vayan donde vayan», lanzó Berguillo como mensaje a la ciudadanía.
El subdelegado del Gobierno, Eladio Santos, remarcó que la operación se hizo «de forma simultánea y sincronizada» Afirmó que se hallaron utensilios para fundir oro, por lo que cree que las joyas robadas se pusieron a la venta una vez transfrmadas. Eran «profisionais do crime» dijo.