El Barco remonta para su doblete de Liga y Copa: 6-2

Que el Centro de Deportes Barco no se desdibujara en una atinada media hora inicial del Velle fue un lastre anímico que no supieron superar los futbolistas de la Primera Futgal, que a la postre se vieron superados por la reacción del campeón de la Preferente, que se llevó a sus vitrinas un tercer título provincial para su palmarés, con notable holgura: 6-2.

En todo caso, si el equipo valdeorrés llegaba a O Couto con galones de claro favorito para alzarse con el título, los discípulos de Anxo Valcárcel no tardaron en reivindicar que tenían sus armas para pelear por el que podía ser su séptimo trofeo. Y eso que los de rojo firmaron las dos primeras aproximaciones con peligro, sobre todo la que protagonizó Brian Castro, repelida por la madera tras hacerse sitio en el pico del área.

Los del Monte da Aira solicitaron después dos penas máximas, la última de ellas concedida por el colegiado, que apreció manos de Konate y el especialista Alfredo Veiga no perdonó. Los barquenses parecían desorientados y eso lo aprovechó su rival con su mejor combinación de la tarde, culminada por un José Prieto que había recorrido muchos metros para rematar en el segundo palo.

El Velle crecía y los veteranos del cuadro de Calabagueiros tenían que exhibir personalidad sobre el campo. Rubén García fue el primero en tirar de los suyos y el joven Brian Castro levantó la mano y entonó el aquí estoy yo. El barquense criado en la base del Lugo fue más atrevido y sorprendió a un Nacho que se comió su disparo cuando parecía tener sujeto el cuero.

Apenas pasaron tres minutos más y apareció otro de los que sabe de qué va el cuento. Óscar Martín, en el carril diestro, levantó la vista, vio adelantado a un Nacho aún dubitativo y le coló el esférico al fondo de la red. No era fácil para los de Valcárcel asimilar que el fruto de su esfuerzo se había difuminado en unos instantes y, de ahí al descanso, Carlos Cruz y Javi Pazos volvieron a amenazar, en el caso del nueve con una notable intervención de Nacho, que desvió a córner.

Precisamente el ariete se quedó en vestuarios y Ariel Herrera le dio mayor movilidad a la vanguardia valdeorresa. En poco más de un minuto, Brian Castro volvió a asomar, desbordó a la línea que marcada el fuera de juego y completó la remontada. El cuadro de Lino Estévez seguía asentándose al ritmo de la batuta de Rubén y cuando el técnico acercó al campo a Mande Sidibe, el artillero empujó con clase el regalito de Manu Rodríguez, que se había colado por la derecha.

El 4-2 olía a sentencia y el Velle se desinflaba en lo físico y quizás más en lo mental. Ariel rozó otro gol y Mario Langa se ganó una roja, al evitar a la desesperada otra galopada de Sidibe. Ya no había color y el Barco adornó su triunfo, como su doblete, con dos dianas más. Rogerio Pinto entró y se bautizó con el quinto, mientras que Álex Vázquez selló su gran partido con el sexto desde el punto de penalti. Ya tienen tres copas en sus vitrinas.

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