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15 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Es evidente, 43 años no son nada, ni siquiera un tango. Javier Pardo Siota (Allariz, 1996) desencadenó la euforia de los incondicionales que temporada a temporada acudían al Rali de Ourense, soñando en que uno de los suyos reeditaría aquel triunfo de Peitos en el ya lejano 1982. El piloto del Recalvi Team lo rozó el año pasado, cuando terminó segundo detrás de su compañero de escudería Cohete Suárez. Esta vez, los dos Skoda Fabia RS Rally 2 partían también como claros favoritos. El de Pravia falló y el de casa fue más pulcro que nadie.
Podría decirse que la tercera disputa del Supercampeonato de España de Ralis quedó sentenciada en la primera de las especiales nocturnas del viernes. Pardo había adelantado que eso de encender los faros le iba a ir bien y Cohete apretó para seguirlo. En Taboadela dijo adiós a sus aspiraciones y menos mal que tanto su integridad física como la de Alberto Iglesias Pin no salió malparada del fuerte impacto de su vehículo, que terminó fuera de la calzada, entre árboles.
Javi afrontó entonces un examen de cómo mantener la cabeza fría, siguió dominando en la penumbra y administró una ventaja que dejó en 27,5 segundos sobre Álvaro Muñiz, antes de irse a descansar. Quedaban por delante ocho tramos cronometrados en un intenso sábado. Y con esas perspectivas, el ídolo local se vistió de competidor veloz y consistente. En Amoeiro marcó territorio frente al Citroen C3 Rally de su perseguidor asturiano y elevó su colchón más allá del medio minuto.
En el desconocido trecho entre San Amaro y Cenlle, el coruñés Berdomás apretó en busca del podio, pero Pardo solo cedió una décima, a la vez que seguía distanciando a Muñiz (más tarde retirado por problemas de alimentación). En Ribadavia - A Arnoia, otro tramo de postal completamente nuevo para el rali, el líder ratificó que recortarle segundos sería complicado y, al contrario, le endosó más de cinco a sus máximos contendientes, a los que también se les coló el Alpine de Jorge Cagiao, a solo 2,2.
Antes de reponer fuerzas, quedaba por delante la batalla por el TC-Plus, en ese primer paso por Cartelle - Toén. El número 2 de Recalvi casi se metió medio rali en el bolsillo, alejando a todos sus rivales. Solo Pepe López, el oficial de Hyundai, logró quedarse a menos de seis segundos.
La cita de Javier Pardo con la historia tenía un itinerario y horas bien definidas. Una faena de aliño en la que valía con mantenerse tan aseado como en los duelos anteriores. Eso sí, había comprobado que las cuatro especiales tenían suelo deslizante y mucha gravilla en sus márgenes. Sin perder ritmo, ni concentración, el que abría carrera mantuvo el temple. Nadie rebajó sus cronos y De la Dehesa se salió en el penúltimo tramo, dilapidando sus esperanzas de podio.
En Toén se consumó el delirio de la afición ourensana. Pardo volvió a apoderarse de una rueda de afilar dorada que se quedará en la provincia. Y luce ya la capa de líder del certamen nacional, favorecido por el cero de Cohete, al que incluso recordó en la línea de meta. Le hubiera gustado compartir podio.
Contendientes
En la batalla por el podio, Dani Berdomás se alzó con una brillante segunda plaza, tratándose de un piloto que apenas se comprometió el pasado febrero con Hyundai para representar a la marca coreana en el CERA (Campeonato de España de Ralis de Asfalto). También se mostró muy sobrio en todo el recorrido y terminó por delante de un Pepe López que es la baza principal de la marca para el S-CER. Su penalización 1.10 minutos en la etapa del viernes obligó al madrileño a salir con el cuchillo entre los dientes, para recortar puntos a Cohete. Con Pardo no pudo.