La UD Ourense logra traerse un meritorio empate de su duelo con el Rayo Cantabria (1-1)

La victoria sigue cotizándose muy cara en la cuenta de una UD Ourense que volvió a causar buenas sensaciones en Astillero. Por momentos tuteó a un talentoso Rayo Cantabria, pero tuvo que conformarse con salvar un punto en el último tramo de la contienda: 1-1.

Ambos contendientes comenzaron enérgicos en la presión alta, dificultando mucho la circulación del rival. En ese escenario, solo los más listos de la clase encontraban rendijas. En el filial cántabro era un motivado Santi Franco el primero en chutar, aprovechando una mala salida visitante para disparar demasiado alto. Entre los ourensanistas, Justino era otra vez el más vertical y remató un servicio desde el carril zurdo, escapándosele cruzado por poco.

También se atrevió Hugo Busto con un centro chut complicado para Álvaro Jiménez, que desvió a córner. De ahí al descanso, fue mejor el filial y su estilete Franco, que ya ha tenido minutos con el Racing santanderino en la categoría de plata. El atacante volvió rematar por arriba, además de cabecear fuera otra incursión local y anotar, con el juego ya parado, un balón que Solorzano le arrebató en falta a Bruno Rielo.

En el intermedio, Borja Fernández cambió al central Noel en prevención por su tarjeta amarilla, dando paso a Labrada. La intensidad en las marcas fue similar a la del inicio del choque y pasaba poco en las áreas, aunque los jóvenes dirigidos por el exourensanista Ezequiel Loza avisaron en un centro chut del desequilibrante Diego Fuentes, que terminaría siendo crucial poco después. Fue en un lanzamiento desde la esquina, que cerró al primer palo y ahí remató Cagigal a gol.

Lo pasaban mal los forasteros en ese micropartido y su oponente tuvo alguna oportunidad para doblar su ventaja, como en una conducción de Izan en la que llegó demasiado forzado y Rielo le sacó el esférico. Después fue el veloz Fuentes el que estrelló un balón en la base del poste, que inquietó a los ourensanos desplazados a los campos de Astillero.

Aún así, los de vermello reaccionaron y se lanzaron ya definitivamente a por la igualada. Primero remató Gamarra muy forzado a las manos de Álvaro Jiménez. Más claro aún fue el libre indirecto dentro del área, por una inocente cesión al portero de los santanderinos. Manu Núñez la cedió a Champi y su trallazo se estrelló en el cuerpo de Manu González.

Desde el banquillo ourensanista se agotaban los cambios, con la entrada de Osian y Lucas Puime. Fue este último, zaguero que siempre ha ido bien de cabeza en defensa y ataque, el que remató inapelable a la jaula. El choque estaba más abierto que nunca, pero unos y otros fueron eficaces en la fase defensiva y el marcador no volvió a moverse, repartiendo los puntos.

Pospartido

Sobre el mismo terreno de juego, Borja Fernández opinó que habían comenzado bien: «Sacamos ben o balón desde atrás, con boas xogadas e cousas que traballamos, pero a partir do minuto vinte perdemos esa intensidade e algún balón bastante tonto. Na segunda o partido foi máis aberto. Metéronos o gol e pensar que estaba todo acabado pola mala racha que temos, pero empatamos e incluso tivemos a remontada. Seguimos medrando».

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