Desde 1977, las manos de Concha Outeiriño Fernández no han dejado de moverse entre hilos, agujas y telares. Esta artesana ourensana lleva casi medio siglo enseñando el arte de tejer, una tradición que ha convertido en su forma de vida. «Si volviera a nacer, volvería a ser artesana textil», asegura mientras la veo mover hilos en el telar. Hoy, Concha se dedica principalmente a dar clases a quienes desean conocer un oficio que, como ella dice, «no solo se aprende con las manos, sino también con el corazón». Su labor ha trascendido las fronteras de la enseñanza: ha colaborado con grupos folclóricos y compañías de teatro, confeccionando trajes que rescatan la identidad cultural gallega, y ha trabajado con reconocidas firmas de moda como Loewe o Dame Après Paris, aportando su conocimiento del textil artesanal a la alta costura. En su taller, los materiales nobles son protagonistas: lino, seda, algodón y lana se transforman en piezas únicas que combinan tradición. A día de hoy, Concha sigue transmitiendo su conocimiento con la misma dedicación que en sus comienzos, contribuyendo a mantener viva una parte importante de la artesanía gallega y del patrimonio textil.