La UD Ourense da un golpe sobre la mesa y se impone en casa del líder (0-1)

Y ya van siete sin perder. La UD Ourense sigue floreciendo en la Segunda Federación y esta vez incluso obligó a doblar la rodilla a un Real Oviedo Vetusta que era el último invicto en el torneo, además de ostentar credenciales de líder. Los de vermello cuajaron una gran actuación en todas las facetas del juego y vencieron con personalidad: 0-1.

La formación alineada por Borja Fernández se plantó sin complejos en el césped del Requexón y le discutió la posesión a un filial que lo intentó primero, con un chut de Coballes fuera, e incomodó con su presión alta. Más cerca de marcar estuvieron los de casa en el único desliz visitante, tras presión del ariete Joaquín, que selló Enzo con un disparo que terminó con el cuero en la base del poste.

Hasta ese momento, solo Champi y De Prado eran capaces de asociarse para profundizar, pero cada vez eran más constantes los toques de los forasteros en la medular, con Parrilla como auténtico mariscal de campo y Viti como escudero fiable. El citado seis engatilló desde el balcón del área y Miguel Narváez voló para evitar el gol, que no tardó mucho. En una recuperación adelantada, se incorporó Samu Pardo al ataque y cedió a Santi De Prado, que tras una brillante maniobra envió el cuero a la jaula. Su joven enemigo acusó el golpe y llegó sin reaccionar al intermedio.

Otro cantar fue el del segundo período. La UD Ourense colgó el chaqué en el vestuario y regresó con el mono de faena, nada más ver a los carbayones con el cuchillo entre los dientes. El primer aviso de Coballes obligó a Manu Vizoso a emplearse a fondo para desviar un balón que Dieguito envió a la red, en fuera de juego. El experimentado Roberto Aguirre no tardó sumar adrenalina a los suyos con la entrada de Omar Falah, Castri y Guille Berzal, dándole un tono más ofensivo a su once.

Enzo estuvo a punto de encontrar portería en un chut que se escapó por encima del travesaño y su goleador Joaquín no enganchó bien un buen servicio desde la izquierda. Los asturianos apretaban y los ourensanistas se entregaban a un ejercicio defensivo, en el que fueron sumando de modo paulatino las entradas de Varo, Pol Bueso y Labrada. De hecho, los visitantes conseguían que Vizoso pasara por escasos apuros, si bien tuvo que responder con acierto ante Dieguito y ver como un envío envenenado de Berzal terminaba en la madera. Tres puntazos.

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