Mas de seiscientas personas dedican parte de su tiempo libre en colaborar con la actividad diaria de la entidad benéfico asistencial en la provincia
05 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La Cruz Roja de Ourense celebró, con una jornada de adelanto, el Día del Voluntariado con magia. La que puso el ilusionista Pablo Estévez, que animó la mañana del medio centenar de personas que representaron al colectivo en un acto que tuvo lugar en el Centro Cultural Marcos Valcárcel. «Este é un recoñecemento a tódalas persoas que dedican o seu tempo a estar coas persoas, a axudalas, a tender pontes e a facer que este mundo sexa un pouquiño mellor», señalaba el presidente provincial de la entidad, Felipe Ferreiro, que explicó el lugar elegido tiene que ver con la historia de la propia institución benéfica: «Decidimos facelo aquí como acto de agradecemento á Deputación, que sempre estivo vinculada á Cruz Vermella e segue colaborando. Aquí naceu a delegación ourensana e, de feito, nos baixos da institución provincial estivo a nosa sede».
Una vinculación histórica, a la que también hizo alusión el presidente de la Diputación, Luis Menor, que recordó que esa colaboración se remonta a finales del siglo XIX y que sigue hoy en distintas facetas, desde la ayuda con los gastos de funcionamiento de la organización a la adquisición de ambulancias o en el desarrollo del programa de apoyo a la infancia.
En la actualidad la lista de voluntariado de la Cruz Roja en Ourense cuenta con 2.700 personas inscritas repartidas por todo el territorio provincial y dispuestas a colaborar con diferentes grados de dedicación. Algunas lo hacen de manera puntual, pero más de seiscientas tienen una implicación en el día a día de servicios y programas. En lo que va de este año 636 personas se han implicado en 18.589 actividades en la provincia, según los datos de la entidad.
José Manuel Gómez Álvarez es uno de ellos y, además, puede presumir de veteranía. Tiene 75 años y se hizo voluntario en 1992, poco después de empezar a trabajar en la entidad. «Lo hice porque me gustaba y me gusta ayudar a la gente. Me hace sentir bien», resume para explicar por qué decidió seguir colaborando al margen de la tarea por la que cobraba y por qué continúo incluso con esa la labor altruista tras jubilarse.
En su trayectoria como voluntario estuvo en varios programas, aunque los de teleasistencia, transporte y la Unidad de Socorros y Emergencias han sido a los que más horas ha dedicado. Actualmente colabora con la entidad en torno a seis horas semanales. Lo hace coordinando la prestación de servicios a la comunidad con las personas que deben cumplir ese tipo de trabajos por orden judicial. Un tarea que, según cuenta, le hace especial ilusión porque le da la oportunidad «de ayudar a gente que tienen una vida complicada, a buscarle soluciones a problemas que tienen». José Manuel no pone fecha a el final de su compromiso con la entidad. «Mientras el cuerpo aguante, seguiré siendo voluntario de Cruz Roja», dice este ourensano que anima a otros varones a dar el paso.
Y es que en el voluntariado de Cruz Roja en Ourense ellas son mayoría, en concreto son el 67%. «El perfil más habitual es el de una mujer de entre 45 y 50 años de media de edad», corrobora Tania Valeije, responsable de este departamento. En los últimos años, especialmente desde la pandemia del covid, en la que muchos jóvenes se animaron a tomar el relevo de los más mayores que debían proteger su salud, la media de edad ha caído en casi una década.