Le piden cuatro años de cárcel tras incautarle 17 kilos de marihuana, pero alega ante la jueza de Ourense que las plantas no eran suyas
A BOLA
La Fiscalía pide cuatro años de cárcel para el sospechoso, que tuvo que ser detenido para asegurar su comparecencia en la vista
24 oct 2022 . Actualizado a las 17:55 h.Un registro autorizado por la autoridad judicial el 11 de septiembre del 2018 en una finca de A Bola permitió la localización de 44 plantas de marihuana. Ahora el hombre que utilizaba el terreno y la vivienda que acogía, Miguel B. M., se enfrenta a una petición de cuatro años de prisión.
Así se le informó este jueves durante la vista oral celebrada en su contra en la sala de vistas del Juzgado de lo Penal 1 de Ourense. El sospechoso tuvo que ser detenido hace algunas semanas para garantizar que se pudiera celebrar el juicio, ya que no se había presentado a los dos señalamientos anteriores. Esta vez compareció por videoconferencia desde la prisión provincial de O Pereiro de Aguiar, acusado de haber cometido un delito contra la salud pública.
Y es que, tal y como recoge el escrito del ministerio fiscal, en la intervención realizada por los agentes de la Guardia Civil se localizaron no solo las plantas, sino también «elementos destinados al cultivo y preparación», lo que hace sospechar que la intención del investigado era la venta posterior entre consumidores. Confirmaría esta hipótesis el hecho de que también se encontrara un sistema de riego y perchas para el secado de las hojas. Todo estaba muy organizado.
En el análisis realizado por los investigadores se constató que el alijo tenía un peso de 17 kilos, una cantidad que, en el mercado, hubiera podido generarle al acusado unas ganancias de 23.685 euros.
Es por ello que la pena de cárcel que se pide en este caso es severa, como también lo es la multa que se le quiere imponer al presunto propietario de las plantas, en caso de condena. Así, solicitó el ministerio público que la sanción sea de 60.000 euros.
Eso sí, en su breve declaración el sospechoso defendió su inocencia y aseguró que las plantas no eran suyas. Su letrado solicitó la libre absolución. Ahora la última palabra la tiene la jueza, Blanca Díez.
