










La fiesta gastronómica fue un homenaje a Ricardo Courtier, cuya familia ha donado un piano al Concello
27 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Huevos, harina de trigo, azúcar y manteca de vaca. Esta última es diferenciadora, porque no vale mantequilla, pero es que además para hacer bica de Trives no basta solo con tener los ingredientes. Hay que sumarle saber combinar las proporciones, el trabajo con la masa y el punto de cocción. Es lo que hacen los productores de A Pobra de Trives y lo que se pone en valor, desde hace más de medio siglo, en la Festa da Bica. Con 52 ediciones a la espalda de una de las citas gastronómicas decanas en la provincia de Ourense. Pero claro, antes de llegar al postre hay que comer. Este año el menú fue novedad e incluyó pulpo, salpicón y costilla asada antes de llegar al dulce postre. Disfrutaron de él más de 200 personas.
«A Festa da Bica non é só unha celebración gastronómica; é memoria, é identidade e é fundamentalmente comunidade», destacó la alcaldesa, Patricia Domínguez. Y añadió: «Cada ano ao sentarnos arredor da nosa bica celebramos o que nos une: o traballo feito con agarimo, o sabor da tradición e sobre todo o valor de seguir mantendo vivas as nosas raíces».
Hablaba así mientras se servía el dulce a los comensales y lo hacía acompañada de dos de los ediles del grupo de gobierno, el de Cultura, José Luis Vidal; y el de Deportes, Fermín Santoveña. Con ellos, sobre el escenario, Pedro y José Javier Sanz Lucotti, bisnietos del músico Ricardo Courtier, a quien se homenajeó en la fiesta. El gobierno local quiso poner en valor la figura del compositor, que fundó la banda de música y el cuarteto Os Trintas de Trives; y agradecer a su nieta, Marina Lucotti, la donación de un piano y varias partituras de Courtier. En nombre de la familia, Pedro Sanz agradeció las facilidades dadas por el Concello para poder hacerlo.