Los vecinos de A Rúa de Valdeorras decidirán entre cuatro candidatos que ya fueron alcaldes
A RÚA
PP, BNG, PSOE y RUA tiran de caras conocidas para tratar de hacerse con el bastón de mando
24 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Hace cuatro años Álvaro Fernández se estrenaba como candidato del PP en A Rúa de Valdeorras (4.186 vecinos). Conseguía 879 votos y cuatro concejales —uno menos del que tenía su predecesor, Avelino García Ferradal—. Con el apoyo del RUA de Vicente Solarat sumó la mayoría absoluta y se gestó un gobierno en coalición marcado por los desencuentros. Ambos volverán a verse en las urnas, porque repiten como cabezas de lista. También fueron antes en un cartel electoral la nacionalista María González Albert y el socialista Luis Fernández Gudiña. Como característica común entre todos es que no solo repiten este 2023 —en el que desaparece Ciudadanos tras un intento infructuoso en el 2019 de conseguir entrar en el salón de plenos—, sino que los cuatro saben lo que es gobernar. Todos han tenido, en algún momento, el bastón de mando en sus manos. De hecho, Albert fue la primera y única alcaldesa que ha tenido la localidad en su historia.
El PP destaca la importante inversión de este mandato
El alcalde y candidato del PP resume estos cuatro años con una frase: «Se ha avanzado muchísimo en todos los sentidos». Cita la mejora en las tareas de limpieza, las obras o la remodelación de los accesos al casco urbano. Además, destaca los pasos dados en el proyecto del centro de salud, que actualmente está en la fase de redacción del proyecto definitivo.
«Se bajó mucho la deuda y va a venir mucho dinero para subvenciones», avanza. Y añade: «Tengo la conciencia tranquila. Sea quien sea el que gobierne, que espero ser yo, se va a encontrar una situación mucho mejor que la que encontramos nosotros».
El candidato cita la pandemia como la causante de paralizar muchos proyectos, sobre todo al inicio del mandato. Aunque también destaca la zancadilla del resto de grupos políticos: les acusa de tergiversar los datos sobre el plan firmado con Hacienda —de 200.000 euros—, de achacarle ir a Almendralejo de vacaciones —«cuando lo que hago es ir a trabajar y a establecer contactos»—, de mentir sobre lo ocurrido con la piscina el verano pasado... Denuncia que la presión ha sido continua.
Habla de las obras hechas y de las que quedan comprometidas, como la finalización del albergue, la mejora de la guardería, la remodelación integral prevista de la avenida Campogrande, de la reforma del cuartel, del plan Hurbe para darle una vuelta a la calle Doctor Vila... «Hubo más obras que nunca, más de ocho millones de euros entre lo hecho y lo que está comprometido», destaca. Y añade: «Se hicieron más de 140 intervenciones, entre grandes y pequeñas».
Confía en conseguir la mayoría absoluta. Dice que, en caso contrario, podría haber un tripartito. «Y ya se sabe lo que es... Los cuatro candidatos fuimos alcaldes y se conoce lo que hizo cada uno», recalca. «Con los socios de gobierno nos hemos llevado una gran desilusión. Nosotros hemos mirado por el interés general y no por el de cuatro», asegura Álvaro Fernández. Y añade: «Dicen que tengo mala leche, y lo dicen por ponerme en mi lugar para que algunos no se aprovechen de lo de todos».
El BNG apuesta por la reactivación económica y la recuperación de los servicios
«Foron catro anos moi complicados, pandemia mediante, cun ambiente moi tenso no Concello», resume María G. Albert, la candidata del BNG. Critica la falta de diálogo del alcalde y denuncia dos cuestiones fundamentales que quedan para la próxima corporación: la deuda —«que nos meteron por non pagar a tempo aos provedores»— y la falta de concesionaria de la piscina — «pola cabezonería do alcalde, que se negou a sacalo a concurso cando había que facelo e agora quedou deserto»—.
No quiere hablar mucho del pasado porque cree que es momento de mirar hacia adelante. Destaca su candidatura. «É o mellor equipo, con xente nova e outra con moita experiencia», recalca. Habla de un programa ambicioso y viable con el objetivo de revertir una situación complicada que Albert sabe que es similar a la del resto del interior de Galicia: envejecimiento, despoblación y pérdida de servicios y de comunicaciones. «Son problemas que non se solucionan con cemento. E temos un proxecto proactivo para cambiar esta situación», dice.
Divide su programa en varios epígrafes que pasan por la reactivación económica en todos los sectores, la recuperación de los servicios básicos —fijándose especialmente en el problema del abastecimiento de agua—, la apuesta por la viticultura, la mejora de la oferta cultural y la atención a infancia, juventud y mayores.
El PSOE quiere un plan de vivienda social y otro de seguimiento a mayores solos
Al hacer balance de estos últimos cuatro años, el candidato del PSOE, Luis Fernández Gudiña, recurre a la palabra «descontento» tras remarcar que se trató de un gobierno en coalición. Dice que lo sienten los concejales antes lo que considera un mandato «con déficit democrático» marcado por la falta de transparencia. Y habla también del descontento ciudadano por la bajada en la calidad de los servicios, la gestión de las piscinas, del refugio o de la oficina de turismo. «Nunha xestión non todo é cemento, hai que pensar no benestar da xente», dice.
El programa de los socialistas se basa en seis puntos fundamentales: recuperar el Concello para los vecinos, ampliar la plantilla de trabajadores municipales para recuperar servicios perdidos, mejorar infraestructuras básicas como los accesos a San Xulián y Roblido, elaborar un plan de vivienda social y otro de seguimiento a los mayores que viven solos y favorecer la creación de empleo. Planean también la creación de un consello local de juventud.
El RUA busca mejorar el aspecto del pueblo y crear un Valdeorras Exprés
Vicente Solarat vuelve a encabezar la lista del RUA, una agrupación de electores que este año se convirtió en partido. Solarat iba de la mano de David Corzo, que finalmente decidió dar un paso atrás al no haber acuerdo sobre la elaboración de la lista. Hace cuatro años dieron el apoyo a Álvaro Fernández y Solarat se convirtió en edil de Cultura, pero sin presupuesto, lo que llevó a varios encontronazos con el alcalde en este tiempo. Solarat le acusa de falta de diálogo. Y cree que es fundamental en un contexto en el que ve difícil que haya una mayoría absoluta. Él se presenta, dice, sin vetos ni a personas ni a partidos.
Propone luchar por la creación de un Valdeorras Exprés que conecte la localidad en tren con O Barco y Ourense, recuperar el proyecto A Rúa Ponte Guapa, crear un plan de animación cultural y deportiva que atraiga turistas y anime la actividad de la hostelería (uno de los principales motores económicos de la localidad) y mejorar el abastecimiento de agua, actualizando una red obsoleta.