Dos vecinos de Baños de Molgas comparten banquillo por una presunta agresión mutua sobre la que hay versiones contradictorias

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE / LA VOZ

BAÑOS DE MOLGAS

Los dos acusados, este lunes en el juicio en Ourense
Los dos acusados, este lunes en el juicio en Ourense M. FERNÁNDEZ

La acusada dice que el hombre la golpeó y la dejó inconsciente y el sospechoso asegura que ella lo empujó y lo tiró el suelo

09 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La magistrada del Juzgado de lo Penal 1 de Ourense tendrá que pronunciarse sobre el incidente ocurrido el 14 de mayo del 2021 en una aldea de Baños de Molgas. Aquel día dos vecinos, un hombre y una mujer, fueron atendidos por lesiones que, presuntamente, se causaron mutuamente, pero las versiones que ambos aportaron en el juicio sobre lo ocurrido no podrían ser más dispares.

La primera en oírse en la sala de vistas fue la del acusado, quien explicó que la tarde de hechos vio a su vecina en un camino y le recriminó «unas cosas». Al parecer, esta última había hecho algo con otra residente que no le parecía bien y se lo dijo. «Ella me cogió del jersey y me tiró al suelo», aseguró, añadiendo que el padre de su compañera de banquillo le había dado un bofetón. Luego, se levantó y se marchó, ya que «no quería problemas», pero esto no coincide con lo que relató su vecina. Ella declaró que estaba en el patio de su casa, arrancando unas hierbas, cuando alguien la agarró del pelo por detrás y la llamó «hija de puta». Tras levantarse, braceó para librarse del otro acusado, si bien este le habría propinado un fuerte golpe que la dejó inconsciente. Contó la mujer que aquel día estaba ella sola y situó a su progenitor en Ponferrada.

Varios testigos de la defensa dijeron que después de la agresión la acusada y sus padres fueron a casa del otro investigado, con insultos y amenazas. También comparecieron otros dos vecinos que aseguraron que en la trifulca había cuatro personas, pero para la Fiscalía estos testimonios no son fiables, por contradictorios. Esta parte pide condena para los dos investigados, una postura que no convence a las defensas.

La del hombre sostiene que la otra parte presentó pruebas falsas de las lesiones, aportando una fotografía que, según el letrado, no es de la acusada. Esta parte también advierte que varios vecinos la vieron después del incidente en la casa del coacusado y recordó que para cuando llamó a la ambulancia ya había pasado más de una hora desde la trifulca. «¿Qué hizo todo ese tiempo?», se cuestionó. Recordó además que un agente de la Guardia Civil que fue a su casa tres días después de los hechos, a comunicarle que había sido denunciada, dijo no haberle visto lesión alguna en la cara. Así las cosas, cree que miente y pide que su cliente no sea condenado. 

La abogada de la acusada, por su parte, ve parciales y contradictorias las versiones de los seis testigos que fueron a declarar citados por la defensa y cree que su clienta debe ser absuelta. Ahora la última palabra la tiene la magistrada.