Alertan de un sobrediagnóstico de silicosis en el sector de la pizarra

María Cobas Vázquez
maría cobas O BARCO / LA VOZ

CARBALLEDA DE VALDEORRAS

De izquierda a derecha: Marcos Fernández, José Luis Folla, Daniel León, Laura Sierra, Alberto Pérez y Javier Madera.
De izquierda a derecha: Marcos Fernández, José Luis Folla, Daniel León, Laura Sierra, Alberto Pérez y Javier Madera. LOLITA VÁZQUEZ

Médicos, técnicos y patronal rechazan el término «enfermedad incipiente»

25 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Algunos médicos de atención primaria están señalando «posible silicosis» en sus informes. La misma nomenclatura o incluso la de «incipiente» aparece también en los que realizan en algunas clínicas, e incluso en los que elabora el Instituto Nacional de Silicosis. «Pero no es un criterio diagnóstico», aseguró la neumóloga Laura Sierra, responsable de la unidad que atiende a estos pacientes en el Hospital de León, durante su charla en la jornadas sobre seguridad y salud en el sector que organizó el Clúster da Pizarra en Carballeda de Valdeorras. «El rigor diagnóstico protege a pacientes y empresas», añadió.

La suya fue la ponencia que generó más debate entre el público, en el que había empresarios, técnicos de prevención y médicos, además de sindicatos y representantes políticos. «Están obligando a los radiólogos y médicos del trabajo a pedir pruebas como Tcar que sería imprudente solicitarlos en esa situación, pero estamos entrando porque puede tener implicaciones legales», alertaba uno de los facultativos que había entre el público. En algunos casos desvelan partículas de sílice en el pulmón, aunque no por eso se debería considerar que existe una patología, insistía la neumóloga. Pero está pasando.

«La silicosis existe y estamos asistiendo a unos diagnósticos que probablemente vengan de cómo se han hecho las cosas más atrás, pero hay una alarma importantísima porque se están haciendo diagnosis sin fundamento, ni a nivel de Neumología ni a nivel legal», explicaba Sierra. Y añadía: «Es un problema muy importante porque genera una alarma en el sector, a nivel poblacional y de los trabajadores, y también a nivel del médico de qué haces con esos pacientes».

La médica especialista destacó que el número de casos está descendiendo y ponía sobre la mesa que la mayoría de los pacientes son diagnosticados en fases iniciales de la enfermedad. Son personas que no pueden continuar en contacto con el polvo de sílice, es decir, son propuestos para una incapacidad laboral para trabajar en el sector de la pizarra; pero no tienen afectación a la capacidad funcional respiratoria.

Sobre los pacientes a los que se les atribuye «silicosis incipiente» o «posible», los médicos participantes en la jornada coincidieron en señalar que lo único que hay que hacer es una vigilancia más estrecha. «Dentro de 20 años las estadísticas serán muy diferentes. Ahora estamos viendo la fotografía de hace 20 años. Puede haber un sesgo a esa evolución positiva por estos nuevos diagnósticos», puntualizaba Javier Madera, experto en higiene industrial. Insistió en que si se van a cambiar los criterios de diagnóstico (una radiografía en la que aparezcan nódulos de más de un centímetro y una exposición de más de dos décadas al sílice) se debería implicar a los ministerios de Trabajo y de Seguridad Social por las consecuencias que conlleva.

En el 2024 se registraron 253 nuevos casos en España, el 21 % en estado avanzado. El resto eran formas de silicosis simple. De estos, 79 se correspondían a trabajadores del sector de la pizarra. Sierra lanzó un mensaje final: «Es una enfermedad totalmente prevenible».