La causa contra un criador ilegal de tortugas en Cartelle se cierra con 240 euros de multa
CARTELLE
El hombre admitió que tenía especies protegidas sin documentación, que ya ha regularizado; no podrá cazar ni pescar durante un año
16 sep 2024 . Actualizado a las 19:00 h.La causa contra un hombre al que se acusaba de haber cometido un delito contra la fauna por tener en su poder tortugas sin la documentación legal necesaria se zanjó este lunes en el juzgado en menos de cinco minutos. El sospechoso, al que se acusaba de tener un criadero ilegal y de disponer de animales en peligro de extinción, compareció para admitir los hechos que se le atribuían, si bien la pena que se solicitaba contra él quedó muy rebajada al apreciarse una circunstancia atenuante de reparación del daño.
Y es que después de la operación del Seprona el sospechoso regularizó la situación de algunos de sus animales, que a día de hoy ya están dados de alta en el registro gallego de identificación de animales de compañía. Así, la pena que inicialmente se pedía para él, de dos años de privación de libertad, quedó reducida a una multa de 240 euros. El acusado se mostró conforme con esa sentencia, si bien pidió a la magistrada poder abonar la cuantía en plazos. Se accedió a esto, acordándose que pague dos cuotas de 120 euros. A mayores, el reproche penal contempla que no pueda realizar acciones relacionadas con la caza y la pesca durante un año.
Patriarca, Ra, Zeus, Patras, Abuela, Thor o Loco. Estos eran los nombres con los que había bautizado a varias de sus tortugas el acusado, vecino de Cartelle. El hombre, de 54 años, llevaba tiempo conviviendo con estos ejemplares, pero cuando los agentes de la Guardia Civil realizaron una inspección en su vivienda, a mediados del 2021, se detectaron irregularidades que motivaron esta causa judicial.
Así, los funcionarios se encontraron con un total de 17 ejemplares en un anexo a la casa del hombre que, según se comprobó, no tenía la documentación legal para custodiarlas. Aquel día se descubrió también la existencia del criadero clandestino. Algunos de los animales están en el catálogo de ejemplares en peligro de extinción, constatándose que sus papeles no eran los legales. Las crías, según se verificó, estaban sin identificar.
Los agentes denunciaron al particular, que tres años después ha demostrado haber corregido, en parte, la situación que lo llevó al banquillo de acusados. La Fiscalía sostenía que todos los animales incautados en su vivienda carecían de los documentos para su tenencia legal, si bien el investigado presentó documentación veterinaria que acredita la posesión reglada de algunas de las tortugas, aunque no de las crías.