«Llevo 3.400 kilómetros en la piragua»

María Cobas Vázquez
maría cobas O BARCO / LA VOZ

O BARCO DE VALDEORRAS

Agostiño Iglesias

El deportista Jesús Rodríguez León ejerce como su propio entrenador y contabilizada todos sus recorridos

20 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Veinticinco años participando en el Descenso do Sil, 18 victorias (todas en categoría absoluta salvo una en juvenil). Son solo una parte del palmarés de Jesús Rodríguez León (O Barco, 1979) pero es esa su competición favorita y también la que le han convertido en todo un referente para los que comienzan en el mundo del piragüismo, un deporte al que él llegó por un amigo.

«Empezó un compañero del barrio y nos arrastró a todos, y ahí fuimos», rememora. Era 1991. Desde entonces no lo ha dejado, ni el piragüismo ni el club fluvial Barco, aunque hubo temporadas en las que dio el salto a otros clubes a nivel autonómico y nacional. Comenzó a competir en la categoría alevín y ha ido pasando por todas hasta llegar a la de veteranos. Siempre con el podio como uno de sus lugares favoritos para acabar cada regata.

Dice que el piragüismo es un deporte que engancha, pero reconoce también que es muy duro. Explica que en verano «es muy bonito salir a dar un paseo en la piragua», pero que en invierno, con frío y con viento, la situación se vuelve menos atractiva. «Muchos días vamos a entrenar con temperaturas por debajo de cero grados», indica. Su rutina de entrenamiento es de cinco o seis días a la semana, hasta sumar unas doce horas. No lo tiene totalmente contabilizado, al contrario de los kilómetros. Este año lleva recorridos 3.400 en la piragua.

El calendario no permite parar. «Empezamos las competiciones en diciembre y después cada mes tenemos un par de ellas para mantener la forma», señala. Y no rematan hasta septiembre, precisamente con el Descenso del Sil. «Si fuera en julio, igual ahí ya bajabas el ritmo, pero al ser la última prueba del calendario autonómico te arrastra a seguir entrenando todo el verano para estar fuerte», reconoce. Dice que es todo un «espectáculo ir bajando el río y verlo abarrotado de gente que te está apoyando».

Rodríguez León es su propio preparador físico. «A base de experiencia y de competir tantos años, sé en lo que voy fallando. Al acabar cada regata examino lo que tengo que mejorar», señala. Además, el tipo de prueba (compite en aguas bravas, travesías, kayak de mar...) también requiere de una preparación diferente.

Combina el deporte con su trabajo como bombero en Ponferrada. En alguna ocasión ha dicho que si fuese profesional, probablemente habría ganado menos títulos. «Tengo claro que no aguantaría tantos años, porque es mucho más duro. Si tienes que vivir del deporte, si tu sueldo depende de resultados, vas siempre con presión a las pruebas. Aguantas, pero no disfrutas», señala. En su caso, dice, rema por diversión. «Si te sale bien lo disfrutas, y si te sale mal la disfrutas también pero intentas mejorar para la siguiente, y a esa vas con más ganas», asegura.

Con la familia

No ser profesional hace que en ocasiones participar en las regatas le cueste dinero. «A veces vamos con el equipo nacional, así que se hace cargo de los gastos la federación, no ganamos ni perdemos nada; y otras veces vamos por nuestra cuenta y lo tomamos como unas vacaciones», señala. Precisamente así fue como se planteó su participación en el campeonato de Europa de veteranos. «Fui toda la semana con la familia, las vacaciones que tuvimos fueron allí», explica.

El apoyo de su pareja y sus dos hijos es fundamental para Rodríguez León. Los gritos de su hijo mayor -de seis años- al pie del río le han hecho conocido en numerosas regatas. Y ya tiene el gusanillo dentro. «Este verano fue a remara y se va defendiendo, va para divertirse. Para mí el objetivo es que lo disfrute y se enganche, porque si va obligado, aguantará unos años pero después lo dejará», indica.

¿Mejor solo o acompañado? «La victoria es más bonita compartirla con los demás, bajar solo es más duro», responde. Asegura que si tuviese un compañero con el que bajar siempre, no competiría en solitario. «Se disfruta más», señala. ¿Y hasta cuándo? No se pone fecha. Dice que este año se encontró bien y entrenó bien, con el objetivo de hacer lo mismo el próximo. «Hay que ir paso a paso y hacer lo que se pueda, porque una lesión puede apartarte», señala. No se pone metas. «El objetivo es seguir en todas las competiciones que pueda y sacar el mejor resultado posible. En casi todos los ríos de España voy estando entre los mejores», señala. Este año ha participado en 36 competiciones y ganó 19. La última fue el Descenso do Sil, la victoria en casa.