El fuego atrapó a un edil de Rubiá y a dos guardias civiles en un pueblo que iban a desalojar

María Cobas Vázquez
María Cobas O BARCO

O BARCO DE VALDEORRAS

El incendio de O Barco de Valdeorras, que ya ha calcinado 7.500 hectáreas, cruza el río Sil y quema casas en A Veiga de Cascallá

19 jul 2022 . Actualizado a las 08:49 h.

El incendio forestal iniciado el pasado jueves en Riodolas (Carballeda de Valdeorras) y que el domingo entró en O Barco sigue avanzando. Las llamas mantuvieron en vilo la zona de Viloira y Santigoso desde la una de la tarde hasta las cuatro de este lunes. También había entonces temor por Santa Mariña y Cesures, pero se consiguió evitar que el fuego llegase a las viviendas. En las labores de extinción trabajaron de manera intensa los vecinos, que trataban de cortar el avance del fuego. De hecho, en Santa Mariña ninguno quiso irse de su casa aunque esa fue la recomendación enviada desde el puesto de mando que está instalado en la Casa Grande de Viloira. Los vecinos dijeron que no salían de allí, explicaba el alcalde, Alfredo García. Después el fuego amenazó Éntoma tras haber conseguido cruzar el río Sil. Atravesó por Candís, en una zona donde el cauce es estrecho. Pero los trabajos de prevención dieron resultado, y el viento ayudó al desviar las llamas fuera del pueblo. «Éntoma libró, el fuego pasó por el borde de la última casa, pero no le tocó», apuntaba García. Las llamas salieron hacia Sobradelo para prender en una zona arbolada y coger fuerza hacia A Veiga de Cascallá, en el concello vecino de Rubiá.

«Isto mete medo», contaba Raquel Méndez desde el aserradero que regenta en las cercanías de la N-120. Estaban haciendo desbroces en los alrededores de la nave para evitar que si las llamas llegaban, acabasen arrasando con todo. Se lamentaba de que el fuego no se atajase cuando estaba en lo alto de la montaña, en Riodolas. «Deixouse escapar e mira o que formou. A ver agora quen se fai responsable, e como acaba isto», criticaba Méndez, que es también concejala del PSOE en Rubiá. 

El fuego arrasó varias viviendas en A Veiga de Cascallá (Rubiá)
El fuego arrasó varias viviendas en A Veiga de Cascallá (Rubiá)

«Vai moi mal», resumía el alcalde, Elías Rodríguez. El fuego entró con tal virulencia en Rubiá que en apenas un par de horas hubo que desalojar varios pueblos, entre ellos A Veiga de Cascallá, donde ardieron varias viviendas, O Barrio y O Castelo. En este último estaba el edil Ignacio Doce junto a una patrulla de la Guardia Civil alertando a los vecinos sobre la necesidad de abandonar sus casas cuando el fuego cercó el pueblo. «Metéronse no bar da aldea e alí estiveron ata que puideron ir rescatalos», contaba Laura Iglesias, compañera de Doce en la corporación municipal. Mientras esto no sucedió se vivieron momentos de tensión porque desde el bar podían enviar vídeos de lo cerca que estaban las llamas del edificio.

El Concello de Rubiá habilitó el pabellón para los vecinos que no tuvieran donde pasar la noche. Además, a las personas con movilidad reducida se le ofreció la posibilidad de trasladarse a la residencia de mayroes.

El fuego estuvo tan cerca de la N-120 que la Guardia Civil la cortó al tráfico durante cerca de una hora, hasta casi las ocho de la tarde. El último dato actualizado por la Consellería de Medio Rural esta mañana de martes indica que son ya 7.500 las hectáreas calcinadas. Ante la evolución de incendio están llegando a Valdeorras nuevos medios para colaborar en las labores de extinción, desde voluntarios de Protección Civil de Petín, A Pobra de Trives y Vilamartín de Valdeorras, varios GES de la provincia y un nuevo destacamento de la Unión Militar de Emergencias. Los que llegaron el domingo están ubicados en el pabellón de Calabagueiros y los que viajan hacia O Barco desde León irán al campo de fútbol.

Del otro lado del río Sil, en la margen izquierda, el fuego entró en Robledo de Domiz (Carballeda) y en Vilariño (O Barco), quemando una casa en cada uno de los pueblos. Además, avanza hacia Vales. La columna de humo era tan grande a media tarde que podía verse desde A Rúa de Valdeorras, situada a 12 kilómetros.

Los medios aéreos no se unieron al dispositivo hasta las cinco de la tarde

Según la información recibida por García, los medios aéreos comenzaron a trabajar a las cinco de la tarde. Hasta ahora su presencia ha sido testimonial a lo largo del lunes. Se veía y escuchaba un helicóptero a las dos de la tarde. Entonces el regidor explicaba que se debe a la nueva normativa. «Tienen tiempos de vuelo y ahora están en período de descanso», contaba sin esconder una mezcla de incredulidad e indignación. «Alguien tendrá que explicar que estemos en una situación apurada, realmente apurada, porque hay que respetar unas normativas», decía. Y añadía: «Cada vez ponemos más normativa que hace totalmente inservible la prestación de servicios».