Llegó de Canarias y mezcla sabores marroquíes con tés exóticos en O Carballiño

O CARBALLIÑO

Amina ofrece sus creaciones dulces, saladas y bebibles en Carbasil
Amina ofrece sus creaciones dulces, saladas y bebibles en Carbasil L. M. R.

Amina Belhaj abrió Carbasil en plena calle peatonal para poner en práctica su vocación culinaria

03 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Carbasil es la conclusión de varias ideas de negocio que ha cincelado Amina Belhaj Mhajbi (Libia, 1976), una cocinera vocacional de origen marroquí que se trasladó a Canarias hace casi una década, para terminar afincada en O Carballiño con su esposo y su hijo. «Cocino desde los 11 años, es algo que siempre me ha gustado y se me ha dado bastante bien, al menos le gusta a mucha gente», resalta esta emprendedora, que se ha mostrado muy creativa desde su llegada a Galicia. De hecho, no olvida que la idea de la pastelería se gestó de un modo bastante curioso: «Estaba trabajando como esteticista y regalaba a mis clientas pastas de distintos sabores que son típicas de la cocina marroquí. Mi marido me sugirió que las vendiera, porque tenían bastante éxito entre las personas que las probaban».

En cuanto se presentó la oportunidad de acceder a uno de los bajos de la rúa Tomás María Mosquera, una de las peatonales de la villa, Amina supo como darle forma a Carbasil: «Organizo fiestas y eventos por encargo, porque además de la pastelería también me gusta preparar platos salados. Pero en O Carballiño pensé en ofrecer las pastas y dulces marroquíes de distintos sabores. En nuestra cultura se usan sobre todo los frutos secos, pero las propuestas son muy variadas y a mí también me gusta mezclar varios sabores».

Lo que no esperaba la cocinera es que la opción de acompañar con tés de novedosos sabores para un occidental tuviera una acogida tan buena en el público carballiñés: «Utilizo distintos productos como la granada, arándanos o manzana, entre otros, pero lo que me piden más son las combinaciones que voy presentando como novedad. Por ejemplo, el té negro con caramelo y vainilla». Y no paran ahí las combinaciones utilizadas por la curiosa Amina, que incluso se inspira en su entorno o en sus recuerdos para ampliar su menú: «Un día quise ofrecerle un nuevo sabor a una enfermera que no había tenido un buen día y pensé en algo fresco y sabroso, para lo que usé arándanos y lima. Me recordó a un lugar que siempre me gustó mucho por sus costas y el color de su mar, así que lo bauticé como té Dubai».

Y su creatividad va más allá con fórmulas innovadoras que utiliza para llenar sus bandejas de dulces: «Las posibilidades son muchas, juego con productos como el queso y hasta hemos presentado algunos sin azúcar». ¿Dulces sin azúcar? Aclara que la cultura marroquí suple el sabor dulce de los azucarados con la mixtura de otros ingredientes: «Son típicos los postres elaborados con harinas de frutos secos como la almendra y otros que le gusten más a cada persona. También utilizamos el coco, que le da un sabor característico. Yo pruebo constantemente con distintos sabores hasta encontrar algo que guste».