Cerca de 80 alumnos buscaron un puesto en la olimpiada de Londres resolviendo seis problemas
25 mar 2019 . Actualizado a las 09:26 h.Seis problemas para resolver durante siete horas repartidas en dos días. En eso ha consistido la final de la Olimpiada nacional de Matemáticas que se clausuró ayer en Ourense y de la que han salido los seis jóvenes matemáticos más brillantes, que el próximo mes de julio representarán a España en la final internacional del Reino Unido.
Un total de 78 estudiantes de Bachillerato procedentes de todas las comunidades y de los que siete eran gallegos, han tenido que dado lo mejor de sí para buscar respuestas a los complicados ejercicios planteados por un tribunal de expertos. «Sempre vemos solucións novas para os problemas, e iso é o bonito disto», explicaba durante la competición Felipe Gago, presidente del comité organizador, que sostiene que, lejos de lo que se pueda pensar, las matemáticas no son esa ciencia tan exacta. «Esa é unha etiqueta que temos», admitía, aclarando no obstante que esta ámbito vive una época de bonanza desconocida en las últimas décadas. «Houbo unha época na que a xente que tiña boas notas estudaba medicina porque pensaba que malgastaba o seu talento nas matemáticas; iso xa non ocorre», explica, destacando el alto nivel de empleabilidad que tienen estos profesionales en todos los sectores. «Non tendemos a dispersarnos, temos un adestramento especial para coller as claves das cousas, e por iso os nosos alumnos son apreciados en todos os sectores. Non necesitan saber como se fabrica un avión para saber se vai voar ou non», valoró.
En Galicia los estudiantes que acudieron a la prueba de Ourense se seleccionaron en enero. Desde entonces se han estado preparando cada sábado, aunque para algunos el resultado obtenido no ha sido seguramente el esperado. De «muy difícil» tildaba Pablo Piñeiro, de Boiro, esta olimpiada, valorando que «hace falta más preparación que sí tienen otras comunidades, como Madrid o Cataluña». Julia Misaki, de Culleredo, fue la única mujer gallega que acudió. Y aunque reconoció haber «disfrutado mucho», admitió también que no pudo resolver ninguno de los ejercicios. El santiagués Roi Nogueira, por su parte, destacó el alto nivel de una competición que, en esto todos coinciden, sirve para poner en valor una ciencia que «hace que la vida sea más fácil».