Se presentó donde su mujer se había citado con un amante, disparó a su coche y lo siguió hasta A Gudiña para darle una paliza

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE

OURENSE CIUDAD

El acusado.El acusado admitó los hechos ante la magistrada del Juzgado Penal dos de Ourense
El acusado admitó los hechos ante la magistrada del Juzgado Penal dos de Ourense M. FERNÁNDEZ

El marido afrontará una condena de dos años de prisión y tendrá que indemnizar a la víctima con más de 7.000 euros

03 may 2023 . Actualizado a las 16:18 h.

El ataque de celos que tuvo un vecino de Oímbra tras enterase de que su mujer tenía un amante le costará dos años de prisión. Así ha quedado fijado este martes en la sala de vistas del Juzgado de lo Penal 2 de Ourense, en la que fue juzgado Jorge R. C. El hombre admitió que tras espiar el móvil de su mujer y comprobar que tenía una relación con otro varón, se fue a cita con él y le dio una paliza, después de haber realizado disparos en su vehículo.

Que reconociera lo ocurrido evitó que el juicio tuviera que celebrarse y facilitó un acuerdo de conformidad. Según ese pacto, el agresor podrá evitar de momento la prisión, pero tendrá que indemnizar al perjudicado con más de siete mil euros, además de pagar al Sergas los gastos médicos de la víctima, tasados en 780, y hacer frente a las costas del proceso judicial, lo que supone otros 1.500 euros más. A mayores, deberá completar cinco meses de trabajos en beneficio de la comunidad. Si incumple alguna de esas medidas o comete algún delito en los próximos dos años, irá a la cárcel. 

Todo por un episodio que, según ha quedado probado, tuvo lugar el 14 de abril del 2018. El agresor, residente en Oímbra, sospechaba desde semanas atrás que su esposa salía con otra persona porque así se lo había insinuado gente de su entorno, así que decidió espiar su móvil para comprobar si se trataba de rumores o de algo cierto. Los mensajes que leyó en el terminal de su esposa confirmaron sus sospechas, enterándose además de que la pareja había quedado en verse ese mismo día en el campo de fútbol de Oímbra.

Así que antes de que ella saliera de casa o sospechara algo de lo que iba a ocurrir, el acusado cogió el coche y se fue al punto de encuentro. Aparcó su automóvil y buscó el del amante, bajándose y realizando dos disparos que alcanzaron a su vehículo. Este, lejos de buscar un enfrentamiento y temiendo por su seguridad, se subió a su coche y huyó.

O lo intentó, aunque sin éxito. El marido celoso lo persiguió con el coche hasta su domicilio de A Gudiña y, pese a que el otro hombre entró en su casa para esconderse e incluso saltó por una ventana para escabullirse y saltar a un gallinero anexo, no logró escapar de la paliza. El acusado lo buscó primero dentro de la vivienda y, al no encontrarlo, registró las inmediaciones hasta que lo localizó en el cobertizo. Antes de eso, el perjudicado, consciente del riesgo que corría su vida, ya había avisado al 112, pero para cuando llegaron los agentes de la Guardia Civil ya era tarde.

Con una barra de hierro

El agresor lo había encontrado y le había dado una paliza, llegando a golpearlo con una barra de hierro, con las manos e incluso con una piedra. Luego se marchó dejándolo malherido. 

Cuando los efectivos sanitarios y una patrulla de la Benemérita llegaron a la casa de la víctima, el agresor ya se había ido, si bien fue arrestado aquel mismo día. El perjudicado presentaba numerosas contusiones en distintas partes del cuerpo por las que tuvo que recibir asistencia hospitalaria urgente. Los forenses que lo vieron informaron al juzgado de que a consecuencia de lo ocurrido, el hombre sufre estrés postraumático, quedándole además una cicatriz en la cara.

Lo ocurrido se ha calificado como un delito de lesiones, por el que el agresor afrontará una pena de un año y medio de prisión. Además, se le condena a otros seis meses por el cargo de amenazas y al pago de una multa de 540 euros, por los daños que provocó en el coche del perjudicado al realizar los disparos. Lo que costó reparar esos desperfectos también tendrá que abonarlo.