Hace 25 años, la deuda del Ourense frenaba su venta al empresario Florencio López

Los últimos años del desaparecido Club Deportivo Ourense dieron lugar a una sucesión de problemas económicos y momentos críticos que complicaron su día a día. Así pasaba hace veinticinco años, cuando se frustró la compra del club, en una operación en la que Florencio López, Poli, estaba decidido a hacerse frente de la entidad.

Los prolongados estudios que el inversor realizó desde agosto del 1998 culminaron en el paso atrás de Poli a finales de noviembre, con una justificación que giraba en torno a a las apremiantes obligaciones económicas de la sociedad deportiva, que resultaron mucho mayores de lo que le habían adelantado: «Sigo ligado al club, como en agosto, pero obviamente ya no seré comprador dada la deuda tan importante», indicaba entonces el empresario ourensano. «La operación que se estaba preparando para el traspaso de acciones contaba con un centenar de millones de deuda, pero no esta cifra tan disparatada». Y es que tras revisar los números, la cuantía quedó establecida en los seiscientos millones de pesetas.

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Solo unos días antes, López se había encerrado en las oficinas de O Couto, junto al agente Gorka Arrinda, y a Manolo Rois, que en un momento delicado realizó una de sus loables aportaciones al Ourense. Fueron más de diez horas de enclaustramiento para revisar todos los documentos de la sociedad, tanto a nivel de facturas como de contratos. El avance de la auditoría todavía no había sido recibido y, por lo tanto, no podían pronunciarse al respecto. Con todo, las cuentas corroboraban el desfase económico del Ourense.

Sin pronunciar cifras, Rois Fernández apuntó que «eu creo que a cousa vai a andar polos números consabidos, aínda que non podemos descartar que aparezan cousas novas, porque sabemos que andan pagarés por ahí sen abonar e outras cousas».

La interinidad de Rois estaba sujeta a la pretendida compra, pero el cambio de rumbo de Poli López volvió a situar al club ourensanista al borde de la desaparición.

Al mismo tiempo el empresario apuntaba a los culpables y calificaba como necesarias medidas judiciales: «Le diré a José Luis Baltar —accionista mayoritario—, que emprenda acciones legales contra Atanes y Canal cuanto antes. Yo también me siento engañado por ellos y voy a aparecer como acusación particular», anunció Poli, quien invitó también al presidente de la Diputación a «publicar todas las cosas que Bahía hizo dentro del club. Creo que la especialidad de este grupo es dinamitar equipos».

Sin dejar de dirigirse al político del Pazo Provincial, el comprador que desistía de la operación valoraba: «Si en vez de que Baltar actuara con toda la buena fe que actuó, que fue engañado como un niño, hubiera mirado todo en profundidad, ahora no se estaría en esta situación».

Tras el paso atrás de López, Baltar Pumar restituyó a José Luis Sousa en la presidencia, poniendo fin a la interinidad de Rois, quien esgrimía que se había enterado por los medios. Fue otro capítulo más en las idas y venidas de un Ourense muy condicionado por las deudas.

26-11-1998

Florencio López, Poli, junto al agente Gorka Arrinda, revisaron con Manolo Rois las cuentas del club, valorando su deuda en 600 millones de pesetas

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