Hace cuarenta años: Suso Vaamonde esperaba su indulto por cantar «se España é miña nai, eu son un fillo de puta»

«»Mucho antes de producirse episodios de gran recorrido mediático en lo que a la libertad de expresión se refiere, con el del rapero Valtònyc como uno de los más paradigmáticos, en Galicia ya se registraban casos en los que algunos cantautores tuvieron que hacer frente a la represión franquista o a sus coletazos en una Transición en la que aún no se había procedido a renovar los cargos institucionales y las leyes. Entre otras muchas experiencias, en la referida al movimiento Voces Ceibes se dieron varios episodios. A Xerardo Moscoso, uno de los cantautores de aquel movimiento reivindicativo, lo echaron del país aprovechando que su nacionalidad era la mexicana, al haber nacido en dicha nación.

El capítulo que tuvo una mayor repercusión fue el de su compañero de movimiento musical Suso Vaamonde (Pontecaldelas, 1950 - Vigo, 2000). A uno de sus temas más conocidos y populares —el Uah!— le había añadido una estrofa que acabó marcando su vida: «Cando me falan de España / sempre teño unha disputa / que se España é miña nai / eu son un fillo de puta». En junio de 1979, en un concierto antinuclear en Pontevedra, se cantó el texto y un teniente del Ejército denunció al artista. La Audiencia de Pontevedra lo condenaba, en noviembre de 1980, a seis años y un día por «ultraje con publicidad a la nación española» y el Supremo ratificaba la sentencia el 9 de marzo de 1982. De nada le sirvió haber demostrado que el no llegó a cantar la estrofa, al considerarse probado que había incitado al público a hacerlo.

El artista estaba de gira cuando se confirmaba la condena y se quedó en Venezuela, donde trabajó para la Hermandad Gallega de Caracas, en un periódico y en publicidad.

Entró por Ponte Barxas

El 28 de febrero de 1984 La Voz de Galicia publicaba la noticia del regreso del cantautor. «Suso Vaamonde ingresa en prisión y tramitará la petición de indulto. Regresó el domingo a Ourense, desde Caracas».

Acceda aquí a la página publicada en 1984. 

El artista hizo el trayecto hasta la ciudad de Oporto —no quería entrar por Barajas para evitar ser reconocido— y allí era recibido por sus familiares y por el senador coruñés Xaime Barreiro Gil. Más tarde se supo que habían entrado en la provincia por Ponte Barxas.

Tras dormir en su domicilio de la calle Capitán Cortés —actual Celso Emilio Ferreiro— el músico se presentaba a primera hora de la mañana del 27 de febrero de 1984 en el despacho del entonces gobernador civil de la provincia, Sanz Pech. «Tras manifestar su intención de someterse a los deseos de la autoridad judicial y al mismo tiempo tramitar su petición de indulto» Suso Vaamonde era puesto a disposición de la autoridad judicial, que decretó su ingreso en prisión. Su esposa, Sinda, se mostraba esperanzada en una resolución favorable del caso e informaba que el padre del cantautor se había entrevistado un año antes con el ministro de Justicia, quien se mostrara partidario de llevar la petición de indulto al Consejo de Ministros. Siempre con la condición previa de que Vaamonde viajase desde Venezuela y se presentase.

Aunque las condiciones eran favorables, la resolución del proceso no fue tan rápida como era de esperar y el miembro de Voces Ceibes se pasaba 46 días en la cárcel de la calle Progreso.

Tras conocerse la noticia del ingreso en prisión hubo un movimiento a favor del encarcelado para conseguir su liberación. El 6 de marzo de 1984 La Voz de Galicia publicaba una entrevista con Suso Vaamonde, que había recibido en prisión al periodista Alfredo Vara. En la misma daba algunas claves de su vida en Venezuela, se reafirmaba en que Pío Cabanillas le había denegado el indulto —el político lo había negado y el artista tenía en su poder la carta en la que rechazaba su petición— y desvelaba que había entrado tres veces en Galicia desde que estaba reclamado por la Justicia.

 Con Felipe González en Caracas

El propio cantautor había tenido la oportunidad de exponer su caso a Felipe González, durante una visita a Venezuela en su condición de presidente del Gobierno.

Tras abandonar la cárcel, el 13 de abril aparecía publicada la noticia, el expreso se deshacía en elogios con los funcionarios de prisión y los compañeros, con el gobernador civil por el trato dispensado, con el titular de Justicia —Ledesma— y con todos los que lo habían apoyado. Anunciaba su intención de dar un concierto en la cárcel y reunirse con el ministro.

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