Informes técnicos alertan del «impacto visual desproporcionado» del futuro Centro Integral de Saúde de Ourense

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

A la izquierda, el centro de salud Nóvoa Santos en la actualidad. A la derecha, la recreación del futuro CIS difundida por la Xunta.
A la izquierda, el centro de salud Nóvoa Santos en la actualidad. A la derecha, la recreación del futuro CIS difundida por la Xunta. MIGUEL VILLAR, CEDIDA

Los funcionarios municipales bloquearon la licencia por su «vulneración flagrante» de la normativa urbanística

21 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El día 4 de octubre del año pasado Alfonso Rueda visitó Ourense y se reunió con el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome. El presidente de la Xunta aprovechó esa encuentro para mostrar su malestar por la demora del Ayuntamiento en la concesión de varias licencias, entre ellas la del futuro CIS (Centro Integral de Saúde) que sustituirá al actual ambulatorio Nóvoa Santos de la calle Xoán XXIII. El retraso, en este caso concreto, se debía a los recelos que ese proyecto genera entre los funcionarios municipales.

El departamento técnico del servicio de Planeamiento y Gestión Urbanística del Concello de Ourense emitió un informe en el que destaca que la propuesta presentada por el gobierno autonómico supone una «vulneración flagrante» de la normativa vigente, es decir, el PXOM del año 1986. En cualquier caso, otro informe destaca que el nuevo plan en tramitación mantiene para ese solar las mismas reglas.

Según sus conclusiones, el proyecto de la Xunta vulnera el máximo de plantas, de altura y de edificabilidad y, además, la rampa de entrada y salida de las ambulancias carece de zaguán, lo que podría suponer problemas de seguridad de los peatones. El departamento técnico del servicio de Planeamiento y Gestión Urbanística recuerda que la configuración actual de alturas de la calle Xoán XXIII se desarrolló en su día también en contra de toda norma y su regularización no fue posible hasta la aprobación del PXOM de 1986. La cornisa que se propone para el futuro Centro Integral de Saúde (43,40 metros) «supera incluso as propostas máis ambiciosas dos propietarios de terreos dos anos setenta que foron rexeitadas por excesivas pola Dirección Xeral de Urbanismo», recuerda el informe.

El proyecto presentado por el Sergas también fue sometido a examen por el servicio de Licencias Urbanísticas, que llegó a conclusiones similares. Según dice, «a proposta arquitectónica non se atopa integrada no entorno, ao superar amplamente a altura máxima da cornixa permitida e a dos edificios colindantes, e supón un impacto visual desproporcionado». Las arquitectas que elaboraron el proyecto respondieron argumentando que en la zona hay edificios con alturas similares y defienden que el futuro CIS «contribuirá a mellorar a imaxe xeral da zona». Dicen que, «se ben o edificio supera a altura de cornixa dos lindantes [...] non destacará por riba do conxunto da cidade». Defienden, además, que la ausencia de zaguán para la entrada y salida de las ambulancias se suplirá con otras medidas de seguridad, como espejos, luces o avisos sonoros.

El edificio, con la madera como protagonista, tendrá once plantas

Para sortear el rechazo de los técnicos municipales a la concesión de la licencia, la Xunta ha aplicado la ley 3/2016, que permite agilizar los trámites urbanísticos para proyectos de especial interés. Pese a reconocer las vulneraciones de la norma vigente que habían detectado los técnicos de su departamento, el jefe del servicio de Planeamiento y Gestión Urbanística emitió un informe favorable a esa medida en el que alude al interés público de la actuación y argumenta que el Concello no dispone de ubicaciones alternativas que ofrecer al Sergas para construir el CIS. La Xunta, por su parte, ha destacado el carácter singular del proyecto que va a ejecutar en Xoán XXIII, con once plantas y madera tanto en su estructura como en su fachada.