Triunfa con sus dibujos digitales y crea su propia marca de regalos personalizados desde Ribadavia

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA RIBADAVIA / LA VOZ

RIBADAVIA

María González en el mercado de Navidad celebrado en Ribadavia
María González en el mercado de Navidad celebrado en Ribadavia Santi M. Amil

María González hace llaveros, camisetas, tazas, neceseres o bolsas con mensajes individualizados

17 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Los dibujos de María empezaron en una tablet pero su éxito los hizo traspasar la pantalla y convertirse en regalos para quien quiere dar un detalle único y personal. Ahora son una marca en sí misma y el trabajo de María González. Esta artesana de Ribadavia dio un giro a su vida a los 25 años tras terminar la carrera de Educación Infantil para explotar su creatividad. En el año de la pandemia, comenzó a hacer ilustraciones digitales por afición. Al compartirlos, enseguida le pidieron utilizarlos para camisetas o bolsas de tela, especialmente con mensajes en gallego como «rabuda», «xeitosa» o «morriña» . Sus padres regentan la tienda Anube Descanso, que le sirvió como escaparate para sus diseños. La responsable de una serigrafía le ofreció trabajo y en este negocio pudo aprender muchas más técnicas. «Trabajé dos años y poco a poco fui ideando mis propios productos», relata. Admite que no quiso saber nada más de niños al terminar la carrera y apostó por crear su propia marca.

María hace diseños personalizados para sudaderas, camisetas, llaveros, neceseres, bastidores, tazas... En Anube estableció su taller, donde trabaja con bordado, grabado láser, sublimación o planchado. «Me gusta hacer regalos especiales, personalizados para cada uno con un mensaje que es solo para ellos», argumenta. Se encarga desde el dibujo hasta el patronaje, aunque en la confección cuenta con la ayuda de su madre, cuyo apoyo asume que es fundamental. Sobre todo por la oleada de pedidos que está recibiendo en los últimos meses, desde que se centró en que la marca fuera su dedicación exclusiva. «Esperaba tener buena acogida, pero la verdad es que no tenemos tiempo ni para innovar, no me dan las horas para todo», relata.

La joven de Ribadavia se adapta a las temporadas y ahora recibe numerosos pedidos de bolas de Navidad, aunque ya prepara los productos especiales de San Valentín. Su punto de venta es la tienda de Anube aunque también hace encargos por Instagram. «Tengo poquitos seguidores pero lo bueno es que todos son clientes. Es gente que compra así que compensa», relata. Recientemente se celebró en Ribadavia un mercado de Navidad que le permitió mostrarse ante cientos de personas de toda Galicia y confiesa que fue «una locura». «Estoy sin palabras, se vendió muchísimo, fue un empujón muy grande», asume. Así que la joven artesana ya está preparando su propia página web. Su cambio de rumbo profesional fue una apuesta que pudo hacer poco a poco y se alegra de que su marca esté triunfando. Además, desde Ribadavia: «Nunca me plantee irme de aquí, me compré un piso y quiero estar aquí. Le veo futuro al pueblo».