Taboadela acogió la cuarta edición de la andaina solidaria que recauda fondos para la Fundación Andrea
07 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Cualquier enfermedad de larga duración supone un revés para quien la padece y para su entorno más cercano, máxime si requiere de largos procesos de ingresos hospitalarios. Pero cuando el paciente es un niño el mazazo es doblemente duro, tanto en lo anímico como en la exigencia de la carga de su cuidado sobre sus progenitores que, en muchos casos se enfrentan a estancias de larga duración en los hospitales. La Fundación Andrea nació precisamente para dar apoyo a esas familias, a los padres y también a los menores enfermos. Ayuda en múltiples facetas, desde ofreciendo alojamiento en sus pisos para que los cuidadores que están lejos de su domicilio puedan tener un lugar donde pasar un momento de respiro, ducharse o dormir unas horas, hasta ambientando las paredes de los hospitales con dibujos y ofrecer juegos a los pequeños ingresados para convertir los espacios sanitarios en lugares un poco más agradables. El apoyo que ofrece esta entidad es vital para afrontar la dura realidad de una enfermedad de larga duración o incluso un proceso terminal con un menor. Por eso, desde el servicio de Pediatría del CHUO, llevan ya cuatro años organizando una andaina solidaria que recauda fondos para esta fundación. Este sábado se celebró la última edición en Taboadela. Tras recorrer 12 kilómetros, los participantes pudieron disfrutar de una convivencia en torno a la comida, que se sirvió en el local social de A Rabeda y en cuya elaboración colaboró la sección de cocina del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense.