Obligan al Estado a indemnizar a dos motoristas que tuvieron un accidente en la autovía A-52 provocado por los baches

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE / LA VOZ

TRASMIRAS

Imagen de archivo del mal estado de la autovía A-52 a su paso por Trasmiras
Imagen de archivo del mal estado de la autovía A-52 a su paso por Trasmiras Santi M. Amil

Los jueces atribuyen parte de la culpa al Ministerio de Transportes por la mala conservación de la vía en Trasmiras

18 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El Estado tendrá que indemnizar a dos motoristas que el 18 de julio del 2018 tuvieron un accidente de tráfico en la autovía Rías Baixas. A la altura del kilómetro 186, en el término municipal de Trasmiras, el vehículo de dos ruedas en el que se desplazaban con sentido Vigo cayó sobre la calzada después de haber atravesado dos baches de «considerables dimensiones». Los dos ocupantes salieron despedidos y resultaron heridos, interponiendo tiempo después una reclamación contra el Ministerio de Transportes. Consideraban que el mal estado de la carretera había sido el detonante del suceso, pero la administración resolvió negativamente su petición. Ahora la justicia les da la razón.

La sala de lo contencioso de la Audiencia Nacional admite parcialmente el recurso que presentaron y acuerda obligar al Estado a que les pague parte de la indemnización de 105.000 euros que pedían. No podrá ser todo porque los togados creen que en lo ocurrido también tuvo culpa el conductor de la moto, pero de cualquier forma supone un tirón de orejas por la dejadez que, desde hace años, sufre una de las principales arterias de comunicación de Galicia. Existían baches cuando se produjo el accidente que ha motivado esta sentencia y casi seis años después el firme de la calzada sigue presentando zonas muy deterioradas que provocan quejas y enfados entre los usuarios.

La discusión, en este caso, giraba en torno a las causas del siniestro. A pesar de que el Estado presentó un informe que sostenía que horas antes de que ocurriera se había inspeccionado la zona sin que se hubieran detectado «anomalías en el firme», parece claro que los dos baches ya estaban allí. Así lo recogió el atestado de la Guardia Civil, un completo y exhaustivo documento en el que se han fijado los togados del alto tribunal español para dirimir responsabilidades. Ese informe acreditaba la presencia de los socavones, separados entre ellos por doce metros y situados cerca del límite entre los dos carriles. Constató esto un conductor que iba detrás de la moto y vio lo ocurrido. El automovilista explicó que el motorista había perdido el control de su vehículo y atribuía esto a los baches, ya que en ese momento no había otros vehículos cerca que hubieran podido tener algo que ver.

Pero también se acreditó la falta de atención por parte del hombre que pilotaba el vehículo de dos ruedas. Se trataba de un tramo recto, hacía sol y la visibilidad era perfecta, por lo que el atestado recogió una «actuación inadecuada», constatando que el motorista «omitió la atención y diligencia debidas». Es decir, los agentes consideraban que el hombre tenía que haber advertido los baches desde muchos metros antes, de forma que le hubiera dado tiempo a sortearlos. En esta conclusión, además, tuvo que ver que la salida de vía se registrara cerca de la línea de separación de los dos carriles, en la parte izquierda. Se asumió que si un vehículo no tiene intención de adelantar a otro, como ocurría en este caso, su obligación era la de circular lo más pegado posible al lado derecho.

Así las cosas, los magistrados han tomado una decisión salomónica. Ven acreditada una «concurrencia de culpas», aunque la carga más grande, del 75 %, la hacen recaer sobre la espalda del demandante, «que no mantuvo la exigible atención en la conducción». El porcentaje restante, el 25 %, le corresponde a la administración por fallar a la hora de mantener la carretera en buen estado. Es por ello que el ministerio demandado deberá pagar la cuarta parte de lo que se reclamaba en este pleito, y que asciende a 26.255 euros.